Eduardo López Bran, jefe de Servicio de Dermatología en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
La incidencia de la alopecia androgenética o calvicie común aumenta con los años, llegando a afectar a un
80 por ciento de la población masculina –entre el 30 y el 50 por ciento en menores de 50 años–, y a un 50 por ciento de mujeres en edad avanzada. Dispuesto a ponerle freno, el Hospital Clínico San Carlos de Madrid daba un paso hacia delante en la cura de esta patología con la realización de un estudio a partir de células madre mesenquimales, cuyos resultados podrían ver la luz en unos meses, "a principios del 2025".
Aunque "en el mejor de los casos", este nuevo tratamiento llegaría a las consultas en un plazo de "entre 5 y 10 años", es decir, en torno a 2030, Eduardo López Bran, jefe de
Servicio de Dermatología del centro madrileño, se muestra esperanzado ante una línea de investigación "muy prometedora para el tratamiento de este problema" dada su capacidad para "mejorar las alteraciones detectadas tras la pérdida de funcionalidad de las células foliculares".
Actualmente el
equipo de dermatólogos, con la colaboración de la Fundación para la Investigación Biomédica de este mismo centro, analiza los efectos de las células madre mesenquimales, procedentes de tejido adiposo expandidas en la sala blanca, o de terapia celular, inyectadas en ratones a los que se ha inducido alopecia, "para sustituir aquellas células foliculares que no funcionan correctamente".
Un enfoque que el experto en cirugía capilar considera el más correcto, debido a que "hay evidencia desde EE.UU. de algunos genes que los pacientes tienen y les
predisponen a perder células foliculares", lo que provoca un "
déficit" que debe ser "respuesto", tal y como ha señalado. Este tipo de células resultan especialmente indicadas para el
tratamiento de la calvicie, tanto por su facilidad de aislamiento mediante un
proceso no invasivo como su capacidad de multiplicación, siempre que se de un entorno adecuado "como el que proporciona la sala blanca o de terapia celular del Hospital Clínico San Carlos, en donde se obtienen millones de células".
Limitaciones del resto de tratamientos
Se trata, en palabras de López Bran, de una "línea de investigación alentadora y soportada por varios estudios que la avalan" -como el llevado a cabo por la Universidad estadounidense de Southwestern, en Colorado-, aunque, tal y como matiza, todavía hacen falta "
ensayos preclínicos de eficacia y seguridad" que avalen la
nueva opción terapéutica contra la pérdida de cabello.
Además de lograr la autorización por parte de las Agencia Europea del Medicamento (EMA), el dermátologo también insiste en que hay que tener en cuenta el coste, al no ser "un tratamiento cubierto por los
sistemas nacionales de salud", por lo que, en su opinión, debe adaptarse a los bolsillos de los pacientes.
Las limitaciones que presentan algunos tratamientos para la pérdida del pelo -terapias farmacológicas, el láser capilar,
plasma rico en plaquetas y
trasplante de la unidad folicular- convierten "a la terapia celular" en una opción "innovadora y de futuro", según afirma López Bran, en base a las conclusiones publicadas por su equipo en la revista
Stem Cell Research and Therapy, tras revisar las terapias médicas, quirúrgicas y regenerativas.
No es la primera vez que las células madre se postulan como posible solución a la calvicie. La existencia de estos tejidos en el
folículo piloso y su importancia en la calvicie han sido documentadas en varias investigaciones, habiéndose demostrado alteraciones en su funcionamiento en los pacientes afectos de alopecia, tal y como apunta, sin ir más lejos, un reciente estudio plasmado en la revista
Nature.
La
pérdida del cabello puede estar condicionada por f
actores hormonales y genéticos. Los genes FOXC1 y NFATC1 son los responsables de la pérdida de pelo asociada a la edad. En un organismo joven, cuando un cabello se pierde, las células madre alojadas dentro del folículo piloso se transforman en células pilosas y hacen que crezca otro cabello nuevo. Sin embargo, con el paso del tiempo,
las células madre foliculares pierden funcionalidad, se escapan del interior del bulbo piloso y no regeneran los folículos pilosos que se vuelven inactivos.
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