El dermatólogo y director de la Unidad de Tricología y Trasplante Capilar del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, Sergio Vañó.
El dermatólogo y director de la Unidad de Tricología y Trasplante Capilar del
Hospital Ramón y Cajal de Madrid,
Sergio Vañó, destaca algunos de los puntos clave que se trataron durante el
pasado encuentro americano de Dermatología organizado en Orlando. “Para mí la gran novedad ha sido la presentación de la efectividad y seguridad del minoxidil oral en dosis bajas”, señala el especialista sobre los nuevos estudios entorno a la
alopecia androgénica, más conocida como la calvicie común.
El
minoxidil comenzó siendo un medicamento para tratar la presión arterial pero se descubrió que uno de sus efectos secundarios era el crecimiento de cabello y se derivó su tratamiento para la alopecia. Según explica el esperto, este fármaco hasta el momento se ha suministrado
en forma de líquido, como spray, ampollas o champú, y ahora se quiere tratar a los pacientes con
pastillas de este medicamento. “Parece que es
efectivo y que se tolera muy bien”, dice Vañó tras lo comentado en la conferencia sobre alopecia ofrecida en el congreso americano.
Sobre la alopecia androgénica, Vañó resalta también la efectividad obtenida de la “infiltración en el cuero cabelludo” de algunos pacientes de
plasma rico en plaquetas o de la infiltración del
fármaco antiandrógeno dutasteride.
Además de la calvicie común, la
alopecia areata fue otra gran protagonista de las conferencias, pues se trata de la segunda forma más común de pérdida de cabello. “Es una alopecia autoinmune que provoca que se sufran
pérdidas capilares en forma de círculos de manera parcial e incluso total que
cualquier parte del cuerpo”, explica el dermatólogo y añade que puede afectar tanto a
hombres como
mujeres de cualquier edad, incluyendo
niños y
ancianos.
Fármacos prometedores
Vañó hace hincapié en los
medicamentos anti-Jak utilizados en este tipo de alopecia y de los que anteriormente ya se había posicionado a favor. “Son unos fármacos que aún están en fase de
ensayo clínico y son muy prometedores”, valora el médico sobre esta enfermedad que, aunque sea crónica, sí puede ser controlada con el tratamiento adecuado.
Precisamente sobre las
alopecias autoinmunes el dermatólogo destaca como nueva diana terapéutica la importancia de los
linfocitos T-Reg CD4 positivos y Fox P3 positivos. “Se ha identificado que estas células participan con un papel crucial en la regulación de la inmunidad del folículo piloso y actuar sobre ellos podría contribuir a mejorar las alopecias autoinmunes”, aclara y espera que pronto se vayan descubriendo nuevos resultados.
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