Cristina Galván, miembro de la AEDV.
Hacer un '
sándwich' entre la asistencia presencial y la virtual ha sido la solución que
Cristina Galván, dermatóloga y miembro de la Asociación Española de Dermatología y Venereología (
AEDV), ha elegido para atender a los pacientes tras el punto álgido de la
pandemia del Covid-19. Considera que así pueden retomar la asistencia con toda seguridad: atendiéndolos primero de forma telemática, explorándolos en consulta y enviándoles finalmente el informe, que ya no se entrega en papel.
Explica que la prioridad de la asistencia en Dermatología ahora es tener la
capacidad de recuperar todo el trabajo que han tenido que abandonar por el Covid, tanto por haber sido adscritos a otro tipo de labores, como por la seguridad de los pacientes que no han podido atender. Tanto los centros, como las clínicas privadas, están haciendo una "gran labor de organización" para conseguirlo.
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La
seguridad es lo principal y más cuando aún existe cierto temor entre los pacientes. "Está siendo un campo de batalla habitual: tienen miedo a ser atendidos cuando padecen problemas importantes. Algunos no han querido operarse. Por eso durante la pandemia desarrollamos de una manera mucho más intensa la labor de la
teledermatología. Todo lo que hemos podido solucionar por teléfono o por videollamada o utilizando plataformas específicas de uso sanitario, con medidas de
protección de datos, lo hemos hecho", explica. Los aspectos legales de esta práctica, incide, también son importantes.
Señala que había muchos centros donde estaba muy desarrollada la teledermatología. Pero con el Covid han tenido que crecer mucho más para adaptarse. "Tal y como conocemos la teledermatología, la mayoría de casos estaba mediada por un médico de
Atención Primaria. Pero en el caso del Covid, se hizo directamente con el paciente o familiares sin médico intermediario. Fue un
reto hacerlo de esta manera y adaptarlo", asegura.
Teledermatología por la seguridad del paciente
Ahora, en fase de desescalada, lo que intentan es
incentivar la teledermatología de una tercera manera, que va dirigida a
mantener la seguridad del paciente con lo que Galván califica como "una
asistencia mixta". "De esta forma adquirimos o tenemos los beneficios de la consulta presencial y los de la teledermatología", indica.
"Atendemos al paciente en consulta durante un tiempo mucho más corto que si toda la asistencia es presencial"
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"Atendemos al paciente en consulta durante un tiempo mucho más corto que si toda la asistencia es presencial, porque procuramos recabar todos los datos antes de la consulta, con
teledermatología previa. Y de la misma manera, cuando hemos terminado la exploración para la que necesitamos tener al paciente delante, usamos la teledermatología para transmitirles el informe con la información, cuando antes dábamos en papel. Es una especie de '
sándwich'", añade.
Matiza que no es nada que esté estructurado, sino que es una manera personal de ejercer la Dermatología, tanto en su consulta como en hospital, y que le está aportando muchos beneficios. "De esta manera consigo la seguridad del paciente, porque hace
mucho más difícil que se encuentre con otras personas en la sala de espera, y por otro lado
quitamos muchísima sobrecarga de trabajo al personal auxiliar que limpia absolutamente todo entre paciente y paciente", explica.
La amabilidad frente a la apariencia poco atractiva
La forma de ejercer también está cambiando. Mientras que se supone que no se puede estar a menos de un metro y medio de otra persona, el dermatólogo trabaja con el paciente u opera con
distancias más cortas. Para las
cirugías prolongadas en el tiempo se establece un protocolo para realizar PCR unas 24 o 48 horas antes, para la seguridad del paciente pero también del personal. "Es igual de importante la seguridad de todos los trabajadores. Sin ella puedes contagiar a los pacientes", asegura.
Sobre los profesionales también comenta otra parte "accesoria, pero muy importante" para ella: "Somos dermatólogos. Necesitamos protección de la piel con el uso de medidas de protección. Pero también tener bien
almohadilladas todo aquello que nos roza, utilizar
guantes sin polvo,
productos alcohólicos menos agresivos, y favorecer la
ventilación y temperatura adecuada. Como dermatólogos si no cuidamos eso sería una vergüenza".
Pero eso ha hecho que se hayan convertido "en médicos
mucho menos elegantes". "A todos nos gusta ir
presentables, pero se nos recomienda no llevar
ningún tipo de joya ni pendientes ni maquillaje. Tampoco nos podemos poner ropa para estar guapos con la bata encima. Tenemos que buscar el buen impacto y amabilidad en las maneras. Si considero que voy muy fea, tengo que reforzar esto", añade.
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