Antonio Cabrera, secretario general de la FSS-CCOO
12 dic. 2016 19:50H
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Alrededor de 200.000 personas trabajan en la sanidad pública con contratos temporales, destaca un informe de Comisiones Obreras (CCOO) en el que se apunta que hay un 31,6 por ciento de temporalidad, por encima de la media general y de la registrada en la privada y en el conjunto de los sectores públicos no sanitarios.
La Secretaría de Protección Social y Políticas Públicas del sindicato –autora del documento- subraya que el crecimiento del empleo se ha sustentado en la contratación temporal: entre 1996 y 2016, el 52 por ciento del trabajo creado es temporal.
En ese sentido, el 54 por ciento de los temporales (104.000 personas) trabajan como interinos en los servicios de salud, y suponen el 17 por ciento del total de profesionales en la sanidad pública, cuando antes de las restricciones a las convocatorias de ofertas de empleo público (OPE), apenas superaban el 10 por ciento del total del empleo en el sector.
Uno de los datos más llamativos que arroja el informe de CCOO es que alrededor de 12.000 personas tuvieron más de doce contratos en un solo año y que algunas llegaron a 154 contratos en un solo año para trabajar 263 días en 2014, más que cualquier otro estatutario con una plaza consolidada.
CCOO denuncia que esta rotación tiene un doble efecto negativo, por una lado sobre la calidad asistencial y, por otro, sobre la calidad del empleo.
El informe resalta también la excesiva antigüedad en la temporalidad: el 65 por ciento lleva más de tres años trabajando como temporal y casi un tercio más de diez años.
Esa antigüedad, que se produce tanto en los interinos (el 70,3 por ciento tiene más de tres años de antigüedad y el 38,1 por ciento más de diez) como entre el resto de temporales (el 58,9 por ciento de los eventuales tiene una antigüedad superior a los tres años y el 25,8 por ciento supera los diez) se produce a base de encadenar diferentes contratos en los servicios de salud.
Para paliar el problema CCOO propone eliminar los límites a la tasa de reposición de efectivos, la generación de nuevo empleo, promover una convocatoria extraordinaria, modificar los actuales estatutos y cumplir las previsiones para definir las plazas como estructurales.
Además, plantea promover otro modelo de relaciones laborales diferente al imperante en la mayor parte del Sistema Nacional de Salud y la promoción de medidas que permitan una mayor calidad en el empleo eventual, racionalizando la actual rotación laboral.
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