Ricardo Martínez Platel / Imagen: Pablo Eguizábal. Madrid
La formación, acreditación y responsabilidad de los peritos en el ámbito sanitario ha centrado la atención del taller de trabajo de Promede, que ha moderado Ofelia De Lorenzo, miembro de De Lorenzo Abogados, durante la XX edición del Congreso Nacional de Derecho Sanitario. Los profesionales aseguran que es precisa una legislación que concrete la formación y acreditación de aquellos que se dedican a la pericia.
Luis Bernaldo de Quirós, director médico del Área de Responsabilidad Profesional Sanitaria de Promede; Mariano Casado, secretario de la Comisión Central de Deontología de la OMC; Juan Calixto Galán, fiscal de la Audiencia Provincial de Badajoz; Ofelia De Lorenzo, letrada de De Lorenzo Abogados; José Guerrero Zaplana, magistrado de la Audiencia Nacional; y Eugenio Laborda, presidente de la Sociedad Española de Daño Corporal. |
Luis Bernaldo de Quirós, director médico del Área de Responsabilidad Profesional Sanitaria de Promede, ha realizado un recorrido histórico de la evolución de esta práctica en España y ha resaltado el buen hacer de su organización, que ha logrado reunir a un cuerpo de médicos especialistas no con el fin de realizar informes, sino con la de aportar sus conocimientos en este campo.
Para Bernaldo de Quirós, “la pericia no se puede entender sin la colaboración de médicos especialistas”. Aunque reconoce que hoy tiene un nivel levado, es consciente falta formación, sobre todo en aspectos legales. Por lo que, a su juicio, “sería bueno unificar la formación para llegar a un nivel excelente”. También se ha mostrado partidario de llegar a acuerdos prejudiciales, que evitarían el colapso del sistema judicial, donde los peritos tendrían un importante papel, pero para ello “es necesario generar la suficiente confianza en todos los estamentos”.
El magistrado de la Audiencia Nacional, José Guerrero Zaplana, ha señalado que la prueba pericial tiene una enorme utilidad porque determina la lex artis, las lesiones en los procesos de incapacidades o fija las lesiones o secuelas. El magistrado ha comentado que “al juez hay que darle hechos para que pueda determinar derechos” y ha indicado que “el perito no es una de las partes del procedimiento, sino un auxiliar del juez, ya que aporta conocimientos técnicos que le faltan al tribuna, pero no valora ni realiza consideraciones jurídicas”. Aunque Guerrero Zaplana prefería cuando el perito era garantía de imparcialidad, acepta que “hoy son peritos de parte, que defienden la posición de quien encarga la pericia”.
Por su parte, Juan Calixto Galán, fiscal de la Audiencia Provincial de Badajoz, ha explicado que “aunque son peritos de parte, no se puede pretender buscar ‘trajes a medida’, puesto que la obligación de decir la verdad le compromete” y ha expuesto que “los jueces tienen dificultades cuando la pericia no es fidedigna”.
Eugenio Laborda, presidente de la Sociedad Española de Daño Corporal, ha hecho hincapié en que “el principio exigible a todo perito es la ética”. Laborda ha lamentado que no exista una legislación que detalle cómo debe formarse un perito y ha pedido que sean las universidades las que acrediten la capacidad para poder ejercer en este ámbito, porque “el código deontológico es violado permanentemente en la mayoría de las pericias”.
Por último, Mariano Casado, secretario de la Comisión Central de Deontología de la OMC, ha afirmado que parece que “parece que basta con ser médico para ser perito” cuando es preciso que haya “una debida formación, con una capacitación profesional acreditada”.