Redacción. Zaragoza
El Servicio Aragonés de Salud indemnizará con 30.000 euros a la familia de un paciente de 77 años que falleció a consecuencia del tratamiento postoperatorio "inadecuado" que recibió tras ser intervenido de un tumor en su aparato digestivo.
La resolución dictada por la Consejería de Sanidad del Gobierno aragonés admite la existencia de una relación "causa-efecto" entre la muerte del enfermo y los cuidados y seguimiento postoperatorio realizados. El escrito que resuelve indemnizar a la familia del fallecido subraya que el tratamiento llevado a cabo por los servicios sanitarios no advirtieron el riesgo de complicaciones postoperatorias "con la precocidad necesaria para una adecuada prevención y tratamiento".
El paciente fue operado el 17 de noviembre de 2010 en un hospital a cuyo servicio de urgencias acudió diez días antes debido a la presencia de hemorragias rectales. A pesar de que dos días después de ser intervenido es informado de que puede levantarse y comenzar a caminar, el paciente informa que tiene muchas molestias y sudor continuo que dificultan su movilidad.
Según informan las fuentes citadas, nueve días después de la operación comienzan a inflamársele las piernas y los testículos, así como a supurarle la herida, aunque tras ser objeto de una ecografía abdominal, se le informa al enfermo de que "todo está bien". Sin embargo, tras advertir los servicios de enfermería que las supuraciones aumentaban y que por la herida incluso salían heces, el paciente fue intervenido, en una larga operación en la que le fue extirpado el bazo y un trozo de intestino. Posteriormente fue trasladado otro centro, donde, tras dos nuevas intervenciones, falleció el 20 de diciembre de ese mismo año.