Redacción. Sevilla
El Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha estimado pagar la cantidad de 34.830,84 euros a la familia de un paciente ya fallecido al que no se le detectó a tiempo un cáncer de vejiga. Los hechos se remontan a 2011 cuando el hombre de 82 años, falleció por un cáncer infiltrante de vejiga estadio T3B, del que "no fue ni diagnosticado ni tratado correctamente".
En la reclamación de la familia, que se presentó el 21 de enero de 2012, se pone en conocimiento del SAS que "después de ser atendido en dos ocasiones por presentar síntomas de dolor abdominal que fueron atribuidos a la vesícula, el paciente acudió a Urgencias el 22 de noviembre de 2010 por tener dificultades, dolor al orinar y presentar sangre en la orina".
Se le diagnosticó infección y se le mandó a su domicilio con tratamiento de antibióticos, aunque el episodio se repitió el 1 de enero de 2010, remitiéndolo a urología para hacer cultivo. Atendido por el médico de cabecera, éste le mandó hacerse una radiografía, la cual presentó "mucha demora" y se solicitó cita para el urólogo. Como se encontraba cada vez peor, acudió de nuevo a urgencias los días 3 y 4 de enero, donde se le volvió a poner tratamiento antibiótico.
Ante la falta de soluciones de la sanidad pública, acudió a un centro privado, donde le hicieron una ecografía y le detectaron sobre la marcha un tumor en la vejiga de 6,5 centímetros, indicándole que por sus características este tumor tiene más de un año.
Por ello, y acto seguido, se personó a su médico de familia que le volvió a mandar a Urgencias donde el urólogo lo citó al lunes siguiente. A partir de ahí, se lleva a cabo actuaciones diversas para intervenirlo de forma preferente el día 4 de febrero de 2011, aunque falleciendo el 10 de mayo.