Redacción. Madrid
Los socialistas europeos llevarán este jueves al pleno del Parlamento Europeo el debate sobre la reforma que el Gobierno de Mariano Rajoy ultima sobre la ley del aborto, aunque no se espera que de esta discusión salga ninguna resolución o declaración de la Eurocámara.
Los eurodiputados ya trataron de manera más general el pasado diciembre el derecho de la mujer al aborto en la Unión Europea, pero la Eurocámara rechazó, con los votos del Partido Popular, un informe que recogía este derecho por entender que se trata de una política de competencia exclusiva de los Estados miembros en la que la UE no tiene nada que decir.
El grupo de los Socialistas y Demócratas (S&D), sin embargo, quiere retomar ahora la discusión sobre la "no discriminación en el marco de la salud y derechos reproductivos y sexuales" -tal es el enunciado del debate-, y aprovechará la oportunidad del jueves para vincularla a la situación en España.
La mayoría de partidos políticos han anunciado ruedas de prensa para exponer sus posiciones este miércoles, un día antes del debate, aunque los discursos tradicionales de cada grupo hacen esperar que la Izquierda Unitaria, Los Verdes e incluso los Liberales se sumen a los socialistas en sus argumentos.
El PPE, por su parte, se mantiene firme en la idea de que la legislación del aborto es exclusiva de los gobiernos nacionales y que las instituciones europeas no deben interferir, pero no se opone al debate del jueves consciente de que la discusión no se traducirá en un texto formal de la Eurocámara.
Desde la delegación del PSOE en la Eurocámara se explica que sus eurodiputados harán una "defensa" de la libertad de las mujeres y de su derecho a decidir sobre su maternidad, "sin imposiciones" y alertarán del "retroceso" que supondría la aprobación del anteproyecto de ley, porque colocaría a España entre los países "más restrictivos" de la UE en esta materia.
Los socialistas españoles también quieren subrayar las desigualdades que producirá la reforma ya que, a su juicio, no impedirá que las mujeres con recursos viajen a otros países en donde sí está permitido abortar para interrumpir sus embarazos.