Clausuran un "dantesco" quirófano clandestino de cirugía estética en Madrid

La Policía Nacional ha clausurado un quirófano clandestino en Carabanchel (Madrid) en el que se hacían intervenciones quirúrgicas de aumento de pecho, liposucciones y ligaduras de trompas en condiciones sanitarias que los responsables policiales consideran “deplorables y dantescas”, entre otras cosas, porque quienes las practicaban carecían de la titulación pertinente y porque en las instalaciones había excrementos de perro y de gato, medicamentos caducados y un congelador en el que se guardaban viales y material sanitario junto a alimentos. Todo ello ponía en riesgo la vida de las pacientes, que eran naturales de América Latina. La operación se ha saldado con la detención de cuatro mujeres, a las que suman otras dos investigadas. Una de las arrestadas es de origen colombiano y regentaba la clínica de Medicina Estética en la que se hallaba el quirófano. Ninguna ha ingresado en prisión provisional.

“Llevo más de 15 años y nunca me había encontrado una cosa igual. Podían matar a una persona”, ha explicado Juan José Castro García, inspector jefe de Sección de Consumo y Dopaje de la UDEV Central de la Policía Nacional, al respecto del operativo contra la práctica ilegal de Medicina Estética. En una rueda de prensa, el jefe de la UDEV Central, José Ángel González Morán, y responsables de la operación han explicado que al quirófano clandestino, que se publicitaba en redes sociales, se accedía por la trastienda de la clínica, que, a su vez, comunicaba con el domicilio de la mujer colombiana.

Entre 1.200 y 1.400 euros por operación clandestina

“Las condiciones eran realmente deplorables, dantescas, había desde heces hasta animales sueltos”, han detallado los agentes, quienes han añadido que las víctimas llegaban a pagar entre 1.200 y 1.400 euros por cada operación a la que se sometían. Cuando surgían problemas tras las intervenciones, desde el quirófano se ofrecían dos alternativas: “O se volvían a operar o se les devolvía el dinero”. Según el inspector jefe de la UDEV Central, las responsables “llevaban bastante tiempo” haciendo operaciones, aunque no se ha podido concretar una fecha exacta de inicio: todavía se está analizando la documentación recabada.

Lo que sí han podido constatar ya los agentes es que el establecimiento atendía a en torno 20 personas al día, aunque no se sabe aún si todas accedían al quirófano clandestino. Por ello la Policía no ha concretado una cifra exacta de víctimas, pero sí tiene conocimiento de que dos mujeres tuvieron que acudir a centros sanitarios de urgencia por problemas tras someterse a sendas liposucciones. Para recuperarse, una de ellas tuvo que permanecer ingresada varios días. La investigación continúa abierta para localizar a más víctimas.

Fármacos caducados y gasas reutilizadas

Los policías hicieron una primera inspección el pasado 6 de febrero. Como las responsables de la clínica les impidieron entrar en todas las habitaciones, accedieron al establecimiento una semana después con una autorización judicial. Fue entonces cuando localizaron medicamentos caducados, facturas y registros de las intervenciones, informes preoperatorios y el congelador en el que se guardaban viales y material sanitario junto a alimentos. Las detenidas también usaban una máquina para esterilizar el material y gasas que, según los indicios, eran reutilizadas.

La Dirección General de Inspección y Ordenación Sanitaria de la Comunidad de Madrid colaboró con los agentes en la fase de explotación y clausura del quirófano, una tarea durante la que también se hallaron cuadernos y fotografías de los tratamientos realizados, agendas con horarios y citas de las clientes, y 3.350 euros en efectivo. Aunque el quirófano clandestino se clausuró, en la clínica aledaña se sigue prestando servicio.