Redacción. Santiago
El Diario Oficial de Galicia ha publicado el decreto que regula la nueva cartera de servicios sociales para la promoción de la autonomía personal y de atención a las personas en situación de dependencia, que entrará en vigor en el plazo de un mes. Según ha explicado la Consejería de Trabajo y Bienestar, los primeros servicios ligados a esta iniciativa que se pondrán en marcha son aquellos dirigidos a la prevención de las situaciones de dependencia y promoción de autonomía personal. Así, esta herramienta prestará “especial atención” a estos recursos, tratando de acercar “lo máximo posible” este tipo de servicios a los usuarios, con el fin de evitar su desubicación y desarraigo familiar y social.
Beatriz Mato, consejera |
Tal y como ha venido anunciando la Xunta en los últimos meses, esta nueva cartera de servicios ampliará el modelo de atención actual con nuevos recursos, teniendo en cuenta las diferentes características de cada grado de dependencia. Así, la Consejería ha asegurado que “por primera vez una comunidad autónoma define los servicios atendiendo a la especificidad de los colectivos a los que van dirigidos como, por ejemplo, alzhéimer, discapacidad física o intelectual, daño cerebral o parálisis cerebral”.
Además, este nuevo modelo supondrá pasar de uno en el que se acredita a los centros a otro en el que se acreditan los distintos servicios que puede prestar un determinado centro. Así, según ha explicado la Xunta, una residencia o un centro de día podría acreditar no solo su servicio de residencia asistencial, sino que será posible acreditar por separado otros recursos como podrían ser el de lavandería o el de fisioterapia. Esto supondrá “la optimización de los recursos disponibles, habrá una mayor oferta, personalizada y adaptada a las necesidades y al perfil de cada colectivo y habrá una mayor diversificación”. En este sentido, la Xunta ha señalado que hasta ahora, al ser autorizados los centros completos, los requisitos para obtener dicha autorización eran menos específicos. Así, a partir de ahora “se garantiza un mínimo de calidad más elevado” y los nuevos requisitos “suponen una posibilidad de homogeneizar los servicios en todo el territorio, sean públicos o privados”.
Según ha explicado la Xunta esto va a suponer un beneficio no solo para los usuarios de los centros, sino también para los potenciales demandantes de estos recursos que habiten en su entorno. Es decir, “una residencia seguirá prestando atención como hasta ahora, pero si además acredita un servicio de fisioterapia, no solo atenderá a sus propios usuarios, sino que también podrá atender a otros usuarios externos, siempre que sean dependientes y tengan una propuesta de su Programa Individual de Atención (PIA) en el que se establezca que precisan ese recurso determinado”.
Tres niveles de servicios
La oferta de la cartera de servicios se articula en tres ámbitos: servicios comunes, servicios específicos y de asistente personal. Así, los comunes son aquellos que se prestan a cualquier persona con dependencia reconocida, pero sin un diagnóstico específico. En este punto se encontrarían servicios como la ayuda en el hogar, la teleasistencia, la atención residencial, la atención diurno y todos los servicios de prevención de la dependencia y promoción de la autonomía personal.
Por su parte, los servicios específicos son los que han sido diseñados para la atención a las personas con dependencia debido a alguna causa específica, como puede ser el alzhéimer, la discapacidad física o algún tipo de enfermedad mental, entre otras. En tercer lugar, la cartera de servicios del asistente personal estará dirigida a facilitar el apoyo personal, inclusión social o educativa, así como la promoción y la participación de las personas que, siendo mayores de 16 años, se encuentran en situación de gran dependencia o dependencia severa, con el objetivo de permitir el desarrollo de las actividades de la vida diaria.
Desaparecen obstáculos administrativos
Por otro lado, la Xunta ha señalado que este nuevo modelo permite superar “ciertos obstáculos administrativos”. Así, ha destacado que se rompe la barrera de edad que hasta ahora impedía que personas menores de 65 años (o 60 en algunos casos) con dependencia pudieran acceder a los servicios que necesitaran.
Modificación del copago
Por último, la Xunta ha cambiado el modelo de copago de los recursos y servicios ofrecidos a las personas dependientes que, a partir de ahora, financiarán en función de su capacidad económica, para la que también se tendrá en cuenta el patrimonio personal y no sólo la renta, así como del tipo de servicio y de la intensidad de este, que dependerá del grado de discapacidad. Según han explicado a Europa Press fuentes de la Consejería de Trabajo, con estos cambios, aquellas personas que, por ejemplo, precisen atención residencial, dejarán de aportar el 75 por ciento de su pensión para pagar en relación a las tres variables.