Redacción. Madrid
La apuesta del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) por su Programa de Termalismo Social es más que evidente en los 25 años que lleva de vida. En este cuarto de siglo, esta actividad ha aumentado su presupuesto en más de 100 millones de euros (un 92 por ciento más), pasando de los 8.848.997 euros que percibía en 1990 a los 118.205.949 euros que recibirá en 2016, según los datos previsto para la próxima temporada y expuestos por el Imserso.
Evolución de la aportación del Imserso y el número de plazas en el Programa de Termalismo Social. Fuente: Imserso.
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Si se atiende a la portación que hace el organismo que ahora dirige César Antón, el incremento en estos años es de 31.595.719 euros, nueve veces más de lo que tenía en su primera edición, ya que ha pasado de aportar 4.273 euros a 35.869.660 euros en 25 años. Se trata de un importante empujón que hace el Imserso, del que cuya aportación financiera se ha establecido que oscile entre el 20 al 50 por ciento del coste de servicio. No obstante, en estos momentos, la media de financiación del organismo está por encima del 30 por ciento de este coste.
La aportación que hacen los propios usuarios también es esencial para que la actividad haya seguido hacia delante todos estos años. De hecho, el sustento del Programa de Termalismo Social lo hacen estas personas, que cada vez más apuestan por este tipo de acciones para ganar en calidad de vida y salud. Los niveles en este apartado han variado de los 4.575.056 euros de 1990 a los 80.336.289 euros previsto para 2016 (un 94,55 por ciento más).
Por su parte, el número de balnearios ha crecido a lo largo de estos años en 74 (de 31 a 105) y el número de plazas en más de 180.000, pasando de las 29.965 ofertadas en 1990 a las 210.500 de 2015, según detallan los datos oficiales que baraja el Imserso.
Por tanto, a la demanda del Programa de Termalismo Social, se una la satisfacción general de los usuarios, como detalla el último estudio efectuado por la Agencia de Evaluación y Calidad (Aeval), dependiente del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, según el cual, el 97,2 por ciento de los participantes tiene intención de inscribirse en próximas convocatorias, frente a un 2,8 por ciento que no tiene intención de repetir.
Al finalizar la temporada 2015 y desde el momento de su creación, más de tres millones de usuarios se habrán beneficiado de turnos de estancia en los balnearios organizados por esta iniciativa.
Una población cada vez más envejecida
El Programa de Termalismo Social nace en el año 1989 de la mano del por entonces Ministerio de Asuntos Sociales como una política de servicios sociales próxima a las necesidades de los ciudadanos, en este caso concreto, a las demandas de las personas mayores de 65 años de poder recibir tratamientos recuperadores en los establecimientos termales especializados.
De hecho, la sociedad en general reconoce la balneoterapia como un servicio sociosanitario adecuado, no solamente para este colectivo, sino que constituye una alternativa al turismo convencional, al incorporar a la oferta puramente sanitarias otras mejoras y servicios de carácter lúdico, recreativo y cultural, tal y como indica el Imserso. La utilización de la cura termal tiene un doble interés para las personas mayores ya que, por una parte, evita otros tratamientos más lesivos y, por otra, contribuye a rehabilitar y recuperar funciones.
Asimismo, el Programa de Termalismo del Imserso es importante para el devenir de la sociedad, especialmente entre el colectivo de los mayores, y más si se atiende al aumento demográfico mundial actual, donde los mayores de 60 años representan el 23,90 por ciento de la sociedad española, según las últimas cifras de población del Instituto Nacional de Estadística (INE). En el caso de las personas de 80 y más años son ya el 5,88 por ciento de la población. A todos ellos, indica el Imserso, “es necesario proporcionales los medios para que puedan disfrutar de una buena calidad de vida”.
Un programa que desestacionalizar el turismo en España
Mapa de la distribución de las ofertas del programa. Fuente: Imserso.
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Por estos indicadores, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad han efectuado este programa con carácter ininterrumpido desde su fecha de creación. Desde entonces, ha tenido un notable éxito y un elevado índice de satisfacción entre los clientes. La razón de este éxito se fundamenta, en primer lugar, en la satisfacción de los usuarios pero, también, en la gran aceptación y valoración que por parte de los distintos sectores que integran el mundo del termalismo se ha hecho del mismo.
Este programa, a día de hoy, constituye uno de los pilares fundamentales del sector turístico español, ya que permite a los establecimientos termales mantener unas instalaciones de primer nivel, gracias a las constantes obras de mejora y a la ampliación de sus instalaciones. Asimismo, hace posible que los centros tengan óptimas ocupaciones de sus plazas durante la temporada baja, paliando el fenómeno de la estacionalidad que tan negativamente índice en este sector.
De hecho, la gestión conjunta o centralizada del Programa de Termalismo Social del Imserso permite ofrecer la máxima variedad de destinos y fechas a los usuarios, a la vez que proporciona una mayor estabilidad en la ocupación de las distintas zonas del interior, principalmente en el ámbito rural, donde están ubicados los balnearios, con el correspondiente impacto en el mantenimiento del empleo. En este sentido, el Ministerio de Sanidad promueve la solidaridad interterritorial para crear prácticamente el mismo número de empleos en todas las comunidades autónomas.
Arranca la temporada 2016/2017
El Imserso ya ha dado luz verde a las próximas temporadas del Programa de Termalismo Social, en el que, para 2016, se incluye a todos los balnearios interesados en participar, siempre y cuando cuenten con estándares de calidad y las instalaciones adecuadas para ello, así como un abanico de precios comprendidos en los baremos aceptados por el organismo que dirige César Antón.
En total, son 105 establecimientos participantes (el 89 por ciento de los balnearios que están abiertos al público y en funcionamiento actualmente en España) ubicados en 13 comunidades autónomas: Andalucía, Aragón, Cantabria, Castilla-La mancha, Castilla y León, Cataluña, Extremadura, Galicia, Murcia, Navarra, País Vasco, La Rioja, y Comunidad Valenciana. O lo que es lo mismo, todas menos Asturias, Comunidad de Madrid, Islas Baleares y Canarias.
El impacto económico previsto de los contratos y sus prórrogas ascenderá a 472,6 millones de euros, con una aportación del Imserso de 143,3 millones de euros, tal y como especifica este instituto en sus cuentas oficiales.
La finalidad prioritaria es facilitar el acceso de los usuarios del programa, a precios reducidos, a los tratamientos que en los balnearios se presta a las personas mayores que por prescripción facultativa lo necesiten. Además de esta finalidad prioritaria, el desarrollo del programa contribuye, desde la sostenibilidad, a una política activa de empleo.
Asimismo, entre las novedades en la regulación normativa para las próximas temporadas destaca la Orden Ministerial que se aprobó el pasado 10 de agosto en el Boletín Oficial del Estado (BOE), por la cual, se regula el Programa de Termalismo del Imserso. De esta normativa se destacan varios aspectos, como los requisitos de los usuarios, en los que se han incrementado las horquillas de esta clientela.
A partir de ahora, podrán acceder a esta actividad todos los pensionistas de jubilación e invalidez; se rebaja la edad de participación de los pensionistas de viudedad a los 55 años (en lugar de a los 60); se recoge la participación de los asegurados o beneficiarios del Sistema de la Seguridad Social con más de 65 años; se permite la participación de los perceptores de prestaciones o subsidios de desempleo con 60 años o más, que antes no podían participar; y se introduce la participación de las personas de nacionalidad española, residentes en el extranjero que perciban pensión del Sistema de la Seguridad Social español o sean asegurados del mismo y cuenten con la edad exigida.
Respecto a los acompañantes, junto al cónyuge se contempla, también, la pareja de hecho o persona con la que se constituya relación análoga. Una situación que no estaba regulada hasta el momento. Asimismo, se introduce la posibilidad de acompañamiento de los hijos con discapacidad igual o superior al 45 por ciento. Esta posibilidad, aun no estando en la anterior orden, se admitía siempre y cuando los padres percibieran una ayuda de la Seguridad Social por hijo a cargo.
En esta línea, el nuevo plan incluye servicios relacionados con actividades de ocio y tiempo libre, que no se incluían en la anterior normativa, además de una póliza colectiva de seguro que, desde el año 1991 se prestaba pero que tampoco se incluía.
La Orden Ministerial también fija dónde se pueden presentar las solicitudes, dónde se recogen a través de los medios electrónicos, así como la posibilidad de prestar consentimiento expreso para que el Imserso obtenga sus datos sobre identidad y residencia. Este consentimiento podrá denegarse o revocarse expresamente.
Por último, en esta normativa se indica, como garantía de los derechos, la posibilidad de interponer contra la resolución de adjudicación reclamación previa a la vía jurisdiccional laboral que antes no constaba expresamente en la orden.
Perfil socioeconómico de los usuarios del programa
En cuanto a la distribución por sexo, la proporción de mujeres usuarias del programa es superior al de los hombres. En concreto, el 59,89 por ciento de los usuarios son mujeres y el 40,11 por ciento, hombres. Un 55,28 por ciento de las solicitudes están realizados por matrimonios.
Asimismo, respecto a la edad de los usuarios, el grupo más numeroso corresponde al intervalo de 70 a 74 años (27,26 por ciento), seguido del de 65 a 69 (26,20 por ciento). En la parte inferior están los mayores de 84 años que representan el 4,37 por ciento y los menores de 60 años que solo alcanzan el 2,75 por ciento.
En esta línea, en cuanto a la distribución de beneficiarios por tramos de ingresos económicos mensuales se distribuyen en un 52 por ciento de los usuarios tienen unos ingresos mensuales inferiores a 1.050 euros y, de ellos, el mayor porcentaje (27,73 por ciento) corresponde a personas cuyos ingresos no superan los 742 euros mensuales. El grupo menor de beneficiarios se corresponde al intervalo comprendido entre 1.650 y 1.950 euros que representa el 7,22 por ciento. Algo mayor (9,91 por ciento) es el grupo de quienes cuentan con más de 1.950 euros mensuales.
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