La consejera de Bienestar Social y Familia, Neus Munté, y el consejero |
Redacción. Barcelona
La Generalitat ha anunciado este martes la puesta en marcha de un plan específico para aumentar la coordinación entre los servicios sociales y sanitarios, un aspecto que afecta especialmente a pacientes con enfermedades crónicas y dependientes, tras constatar que “un porcentaje muy alto” de ingresados en camas hospitalarias podrían recibir una atención más adecuada desde los recursos sociales y viceversa.
En rueda de prensa tras el Consell Executiu, el consejero de Salud, Boi Ruiz, y la consejera de Bienestar Social y Familia, Neus Munté, han celebrado la puesta en marcha del plan como “un paso más para enlazar recursos” y crear rutas compartidas de los servicios, en la línea con el Plan de Salud de Cataluña 2011-2015, centrado sobre todo en la atención de los pacientes crónicos.
Según cifras de la Generalitat, los pacientes crónicos protagonizan al año 50.000 ingresos hospitalarios en gran medida evitables, y pese a representar el 6 por ciento de la población, tienen un coste para el sistema de 9.000 euros por cápita frente a los 1.130 de la población general -copan el 47 por ciento del gasto farmacéutico, el 63 por ciento hospitalario y el 96 por ciento sociosanitario-, en un contexto en el que el envejecimiento de la población hace prever un crecimiento de este colectivo.