Una subclase de LDL es peor que el colesterol por sí mismo.
Tener el alto
el colesterol 'malo' no es un indicador de riesgo cardiovascular fiable y, de hecho puede ser "peligrosamente engañoso". Sin embargo, una
subclase particular de
lipoproteínas de baja densidad (LDL), de este colesterol 'malo', es un
predictor mucho mejor de posibles ataques cardíacos que la mera presencia de LDL, que es incorrecta la mayoría de las veces, según ha puesto de manifiesto una nueva investigación de la Universidad de Ohio, publicada en la última edición del
International Journal of Nanomedicine
La presencia de LDL se considera un
indicador del riesgo potencial de ataques cardíacos o enfermedades coronarias, pero los estudios han demostrado que alrededor del 75 por ciento de los pacientes que sufren ataques cardíacos tienen niveles de colesterol que no indican un alto riesgo de tal evento.
"La correlación del colesterol 'malo' total con el riesgo de ataque cardíaco es pobre y peligrosamente engañosa"
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La investigación realizada por el profesor de la Universidad de Ohio
Tadeusz Malinski y el investigador
Jiangzhou Hua en el Laboratorio de Investigación Nanomédica de la Universidad de Ohio ha mostrado que de las tres subclases que comprenden LDL, solo una causa un daño significativo.
"Nuestros estudios pueden explicar por qué una correlación del colesterol 'malo' total con el riesgo de ataque cardíaco es
pobre y peligrosamente engañosa", ha señalado Malinski, quien además ha añadido que "es incorrecta en tres de cada cuatro ocasiones". "Estas pautas nacionales pueden subestimar seriamente los efectos nocivos del colesterol LDL, especialmente en los casos en que el contenido de la subclase B en el LDL total es alto (50 por ciento o más)".
Medición de daños con nanosensores
Así, el equipo de Malinski utilizó nanosensores para medir la
concentración de óxido nítrico y peroxinitrito en el endotelio estimulado por las subclases de LDL. En su estudio han descubierto que la subclase B de LDL es la más dañina para la función endotelial y puede contribuir al desarrollo de la aterosclerosis. Por lo tanto,
no es la cantidad total de colesterol LDL que se tiene,
sino la concentración de la subclase B frente las otras dos, la subclase A y la subclase I, lo que debe usarse para diagnosticar la
aterosclerosis y el riesgo de ataque cardíaco.
"Comprender esto podría conducir a mejorar la precisión del diagnóstico para la evaluación de las tasas de enfermedades cardiovasculares", ha indicado Malinski. "Analizar la combinación de subclases de LDL puede proporcionar un
modelo basado en parámetros para un diagnóstico médico
temprano de la estimación del riesgo de enfermedad cardiovascular".
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