Cirujanos durante una intervención cardiaca.
La lucha contra la insuficiencia cardiaca tiene un nuevo aliado: los
parches musculares. Un estudio reciente ha demostrado la utilidad de este tratamiento para reparar el corazón de manera estructural y funcional en pacientes con
insuficiencia cardiaca crónica. Estos injertos se diseñaron in vitro a partir de cardiomiocitos derivados de
células madre pluripotentes y
células estromales. Una vez que se produce el ataque cardiaco, el corazón se agranda y se debilita, sin embargo, con el injerto de estos parches musculares, los autores han conseguido mejorar la función de este órgano. Los buenos resultados que ha evidenciado esta investigación en sus pruebas con primates le han abierto la puerta a los investigadores para realizar el primer
ensayo clínico con humanos.
La retención suficiente de cardiomiocitos para lograr un
efecto terapéutico sostenible sin efectos secundarios intolerables, era uno de los retos que los autores de la investigación tenían por delante. Por este motivo, para comprobar la seguridad del tratamiento, los científicos realizaron un
seguimiento clínico para ver si aparecía algún
efecto secundario en los primates tratados con
parches musculares. Estos resultados también han sido positivos, puesto que no hubo efectos secundarios perjudiciales, al no detectarse "ni
arritmias ni
crecimientos tumorales en ninguno de los macacos", según el estudio.
Para poner a prueba este tratamiento de
reparación del corazón, los investigadores desarrollaron parches
con una formulación humana compatible para testearlos en primates. En concreto, se usaron
20 macacos rhesus para el estudio, 14 machos y 6 hembras, a los que se les provocó una insuficiencia cardiaca a través de una lesión por isquemia-reperfusión. Tras seis meses, cuando se comprobó que los primates padecían una insuficiencia cardiaca crónica, los autores los dividieron en dos grupos, unos bajo
tratamiento con parches musculares y otros sin ellos.
La investigación, publicada bajo el título '
Aloinjertos de músculo cardiaco diseñados para la reparación del corazón en primates y humanos' en la revista
Nature, ha conseguido demostrar que el grupo de macacos bajo tratamiento tuvo grandes mejoras en comparación con el que no se había sometido a dicha intervención. En concreto, los autores han evidenciado en su trabajo que los primates habían conseguido la "
contractilidad de la pared cardiaca objetivo" y una "
fracción de eyección mejorada por el aloinjerto", una serie de medidas "para el
soporte cardiaco local y global", tal y como han subrayado en el estudio.
Tras los buenos resultados en primates, los investigadores también han realizado una prueba del
tratamiento en un paciente con insuficiencia cardiaca avanzada, un caso en el que "se confirmó la reparación del
corazón", según la investigación.
La vascularización es clave para la reparación del corazón
Uno de los aspectos clave para lograr el éxito de estos parches ha sido la "
vascularización", algo que los autores han confirmado mediante "
análisis histopatológicos" y "resonancia magnética de perfusión". Además de esto, los investigadores han remarcado que la supervivencia del injerto "fue apoyada por la
resistencia a la hipoxia relacionada con la inmadurez relativa" y a la "
glucólisis anaeróbica".
A pesar de la vascularización, los científicos han señalado que todavía se necesita una investigación mayor para "aclarar el curso temporal, el mecanismo y el papel del condicionamiento mecánico en la
integración de los injertos", tal y como han explicado.
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