El infarto afecta a millones de personas en el mundo cada año.
Dieciséis expertos de distintos países han elaborado un
documento de consenso sobre el uso de la
resonancia magnética tras un
infarto de miocardio en ensayos clínicos y han concluido que esta debería realizarse entre el día 3 y 7 tras el infarto.
Según la
evidencia científica, apuntan los responsables de esta guía, este período de tiempo tras el infarto es donde las medidas de resonancia magnética son
más estables y están
menos afectadas por los cambios rápidos que sufre el
corazón para intentar
auto-repararse.
Esta ventana temporal es además "logísticamente factible" ya que la gran mayoría de los pacientes permanecen ingresados en el hospital al menos tres días tras padecer un infarto. "Esta es la ventana de tiempo que deberían utilizar los ensayos clínicos en esta patología", concluye
Rodrigo Fernández-Jiménez, coautor del documento de consenso e investigador en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (
CNIC).
El tamaño del infarto
El documento también menciona que el tamaño del infarto absoluto, es decir, el porcentaje de ventrículo izquierdo que queda dañado de forma irreversible, debe ser el objetivo principal a valorar en los ensayos clínicos que están viendo los efectos de nuevos tratamientos.
La resonancia magnética permite analizar la anatomía, función y composición del tejido del corazón de una manera muy precisa
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Los expertos de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania, Suecia, Holanda, Grecia, Suiza y Singapur, además de
España, redactaron este texto tras una reunión de dos días en la sede del CNIC en 2018.
El documento, liderado por el director de Investigación Clínica del centro, Borja Ibáñez, y por su director general, Valentín Fuster, se publica en el J
ournal of the American College of Cardiology (JACC), tiene como objetivo es servir de
orientación en el uso de esta técnica tanto en estudios clínicos como experimentales.
La resonancia magnética es una de las mejores pruebas para estudiar el corazón tras un infarto, ya que permite analizar su anatomía, función y composición del tejido de una forma muy precisa sin necesidad de utilizar radiación, detalla Fuster en una nota del CNIC.
"La prueba ideal"
"Es la
prueba ideal para evaluar el efecto de nuevas terapias en el infarto agudo de corazón, sin embargo,
no existían recomendaciones sobre las medidas a realizar en los estudios de resonancia magnética y el momento de hacerlas para evaluar el efecto de estas terapias".
Por su parte, Ibáñez subraya que en la actualidad hay
multitud de ensayos clínicos que utilizan esta técnica para evaluar el resultado principal, pero "es muy complicado comparar unos estudios y otros debido a que se utilizan protocolos muy diferentes".
"Debido a que el infarto afecta a
millones de personas en el mundo cada año y es un campo muy activo de investigación, las implicaciones de este documento de consenso son enormes", resume este investigador
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