Los servicios de Hematología y Digestivo de Guadalajara restauran 'in vitro' linfocitos T para que vuelvan a ser activos

Reactivan células inmunológicas dañadas por infecciones crónicas
Foto de familia de los investigadores del Hospital de Guadalajara.


18 ene. 2018 16:50H
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Un trabajo elaborado por un grupo de investigadores del Hospital Universitario de Guadalajara, centro dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), acaba de publicar en la revista Journal of Virology, que edita la Sociedad Americana de Microbiología.

Se trata de ‘According to HCV infection stage, IL-7 plus 4-1BB triggering alone or combined with PD-1 blockade increases TRAF1 low HCV-specific CD8+cell reactivity’: ‘De acuerdo al estadio de la infección por virus C, el tratamiento con interleukina 7 más 4-1BB ligando sólo o en combinación con el bloqueo de PD-1 aumenta la reactividad de las células T-CD8+ específicas contra el virus C con baja expresión TRAF1’.

El artículo describe un mecanismo de restauración de células citotóxicas específicas contra infecciones virales crónicas, y ha sido realizado por los servicios de Digestivo, Hematología y Microbiología del Hospital de Guadalajara, representado por Juan Ramón Larrubia, Eduardo Sanz de Villalobos, Joaquín Miquel, Alejandro González Praetorius, Dolores Subirá y Trinidad Parra, junto a la investigadora Elia Moreno Cubero (primera firmante del trabajo) y los profesionales de La Paz Javier García Samaniego, Antonio Madejón y Antonio Olveira.

La investigación viene a describir por primera vez en el mundo que la proteína TRAF1 está baja en los pacientes con infección crónica por hepatitis C y, además, propone la aplicación de interleukina-7 en el caso de pacientes menos graves y la combinación de interleukina-7 y anti PD-1 en aquellos más graves como mecanismo para recuperar la reactividad de las células T citotóxicas antivirales.

Ello permitiría reactivar en estos pacientes las células que estaban agotadas y que, en sujetos curados, son capaces de reconocer células tumorales o infectadas y destruirlas. “Se reactivan los linfocitos dándoles un tratamiento in vitro y, una vez restaurados, se le transfieren al paciente para que hagan su trabajo”, ha explicado Juan Ramón Larrubia.

Esto podría dar lugar a una futura terapia en el caso de pacientes con infecciones virales crónicas, tales como VIH, hepatitis B y C o tumores como el hepatocarcinoma, dentro de un tipo de inmunoterapia conocida como terapia celular adoptiva. “En la próxima década veremos cada vez más este tipo de terapia celular de transferencia adoptiva para tratar tumores e infecciones crónicas”.
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