Una
pancreatitis aguda es una
inflamación del páncreas. Se trata de una enfermedad grave que se caracteriza por la aparición de dolor intenso en la boca del estómago (epigastrio), asociado o no a vómitos. Su tratamiento requiere ingreso hospitalario.
Causas de la pancreatitis aguda
Las causas más frecuentes de pancreatitis aguda son:
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La presencia de piedras en la vesícula (colelitiasis). Estas piedras pueden salir de la vesícula y obstruir el colédoco (el tubo que conduce la bilis desde hígado y el líquido pancreático desde el páncreas hacia el intestino). La obstrucción del colédoco impide que el líquido pancreático pueda salir, dañando al páncreas. Es, con diferencia, la causa más frecuente de pancreatitis.
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Alcohol. El consumo importante de alcohol es la segunda causa más frecuente de pancreatitis en nuestro país.
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Triglicéridos muy altos. La hipertrigliceridemia (aumento de los triglicéridos en sangre) puede producir una pancreatitis. Las pancreatitis que se producen por comidas grasas muy copiosas suelen deberse al brusco aumento de los triglicéridos en sangre tras la comida.
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Como consecuencia de la realización de una colangiopancreatografía retrógrada endoscópica.
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Por un golpe en el abdomen.
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Por una infección, como las paperas.
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Por daño del páncreas en una intervención quirúrgica.
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Por medicinas. Algunas medicinas para bajar la tensión arterial, para la diabetes, para la epilepsia (ácido valproico), frente al SIDA, o algunos antibióticos (tetraciclinas), pueden producir pancreatitis.
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Otras causas más raras: cáncer de páncreas, enfermedades congénitas (de nacimiento) del páncreas, hipercalcemia, etc.
¿Qué síntomas produce la enfermedad?
La pancreatitis aguda suele producir
dolor moderado o intenso en la boca del estómago, que a veces se irradia como si se tratara de un cinturón hacia la espalda o baja hacia la región del ombligo. A veces mejora al sentarse incorporado hacia delante. Puede acompañarse de
náuseas, vómitos, fiebre y malestar general. En casos graves (pancreatitis necrotizante) puede haber
shock con caída de la presión arterial y gran malestar general que puede llevar a la muerte. En algunos pacientes hay alteraciones en el funcionamiento de los pulmones.
¿Cuáles son las complicaciones de la pancreatitis aguda?
Una pancreatitis aguda puede producir diversas complicaciones.
Las
complicaciones locales pueden ser:
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Pancreatitis necrotizante infectada.
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Absceso (colección de pus) alrededor del páncreas. Los pacientes presentan fiebre alta y malestar general después de varias semanas de la pancreatitis. Aparece en aproximadamente 3 de cada 100 personas con pancreatitis aguda. Se diagnostica mediante ecografía o TAC.
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Pseudoquiste pancreático; consiste en la formación de un quiste (una especie de bolsa llena de líquido) generalmente no infectado, después de varias semanas de la pancreatitis. Puede no producir síntomas o puede doler, al comprimir órganos cercanos. Puede complicarse con rotura, infección o sangrado. Se diagnostica mediante ecografía o TAC.
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Ascitis (acúmulo de líquido dentro del abdomen) de causa pancreática. Se debe al escape de jugos pancreáticos hacia la cavidad abdominal por la rotura de algún canalículo.
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Hemorragia masiva en el interior del abdomen (hemoperitoneo).
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Trombosis de las venas porta o esplénica con hipertensión portal.
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Obstrucción de la salida de bilis.
Las
complicaciones generales de la pancreatitis aguda pueden ser:
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Hipotensión y muerte por shock.
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Derrame pericárdico.
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Derrame pleural.
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Hemorragia digestiva.
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Fracaso del riñón (fracaso renal agudo).
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Psicosis.
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Numerosas alteraciones metabólicas del azúcar, el calcio, etc.
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Otras.
¿Cómo se diagnostica?
Ante la sospecha clínica de pancreatitis aguda se deben solicitar unos
análisis en sangre. En los pacientes con pancreatitis aguda la concentración de amilasa y lipasa (dos sustancias producidas en el páncreas) aumenta en sangre.
Es necesario realizar también una
prueba de imagen, generalmente una ecografía abdominal, para evaluar las causas de la pancreatitis, fundamentalmente para ver si hay piedras en la vesícula o en el colédoco
(colelitiasis). En algunas personas pueden estar indicadas pruebas más completas como un
TAC o una
colangiopancreatografía retrógada endoscópica, etc. El TAC, además de confirmar el diagnóstico, permite ayudar a conocer la gravedad de la enfermedad.
¿Es contagiosa?
Las pancreatitis no son contagiosas.
¿Es hereditaria?
La pancreatitis en sí misma no es hereditaria, pero algunas enfermedades que producen pancreatitis sí son hereditarias, como por ejemplo algunos tipos de hipertrigliceridemia.
¿Cuál es el pronóstico de la enfermedad?
La pancreatitis aguda es una enfermedad grave. Los pacientes deben ingresar en un Hospital y recibir tratamiento adecuado. Puede requerir la intervención quirúrgica para resolver la causa
(colelitiasis) o para tratar las complicaciones, existiendo un porcentaje de casos no despreciable en los que el paciente puede morir. La enfermedad puede ser más grave en:
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Mayores de 70 años.
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Obesos (Índice de masa corporal > 30 kg/m2).
Los datos de mal pronóstico son:
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Caída de la presión arterial máxima (sistólica) por debajo de 90 mmHg.
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Taquicardia (frecuencia del corazón mayor a 130 lpm).
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Oxígeno en sangre bajo (pO2<60 mmHg).
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Desarrollo de insuficiencia renal aguda.
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Sangrado digestivo.
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Proteína C reactiva muy alta en sangre.
Uno de cada cuatro pacientes con pancreatitis sufrirá otro episodio de pancreatitis en el futuro. Las causas más frecuentes de pancreatitis de repetición son la presencia de colelitiasis y el consumo de alcohol, aunque también pueden ser debidas a una
hipertrigliceridemia, a la presencia de anomalías en la vía biliar desde el nacimiento o a un cáncer de páncreas oculto.
¿Cuál es el tratamiento de la pancreatitis aguda?
El tratamiento consiste en tratar la enfermedad y las posibles causas:
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Dieta absoluta, en ocasiones introduciendo una sonda nasogástrica en el estómago para que los jugos gástricos no vayan hacia el intestino. Estos salen desde el estómago hacia una bolsa. Su utilidad, sin embargo, es dudosa.
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Hidratación (introducir líquidos) por sueros.
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Medicinas por vena que impidan que se secreten jugos gástricos, todo ello con la idea de mantener al intestino en completo reposo.
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Analgésicos para el dolor.
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Es también dudosa la utilidad de antibióticos.
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Posteriormente, iniciar la alimentación oral comenzando con comidas blandas, fácilmente digeribles y continuar progresivamente hacia una alimentación normal.
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Si existe una piedra enclavada en la vía biliar es necesario extraerla, bien mediante endoscopia (papilotomía) o mediante cirugía.
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Se debe evitar el alcohol o tratar la hipertrigliceridemia si alguna de ellas pudiera haber contribuido a la aparición de la enfermedad.
Tratamiento de las complicaciones
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En la pancreatitis necrotizante hay indicación de operar y extirpar las partes muertas del páncreas.
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Los abscesos pancreáticos deben ser tratados mediante aspiración del pus con una aguja dirigida con un TAC o mediante cirugía.
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Pseudoquiste pancreático. Si el paciente se encuentra sin síntomas, se puede tomar una actitud contemplativa y vigilar el crecimiento del pseudoquiste. Muchos de ellos van desapareciendo con el tiempo. Si por el contrario produce síntomas, crece de tamaño o es muy grande, se debe vaciar pinchando con una aguja guiada por TAC o mediante una operación quirúrgica.
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Ascitis pancreática. Se suele solucionar por sí sola dejando al páncreas en reposo (ayuno, colocación de sonda naso-gástrica) y aspirando el líquido abdominal. En ocasiones es necesario colocar un muelle en el interior del canalículo mediante una colangiopancreatografía retrógada endoscópica para evitar que siga saliendo líquido o se puede operar.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.