¿Qué es la panarteritis nodosa?
La
poliarteritis o panarteritis nodosa es una enfermedad que suele afectar a personas de edad media o avanzada y que es debida a la
inflamación de arterias de pequeño tamaño (vasculitis). Se caracteriza por la afectación del riñón y de otros órganos y, característicamente, no afecta al pulmón.
¿Cuáles son las causas de la panarteritis nodosa?
Generalmente la panarteritis nodosa aparece sin ninguna causa conocida aunque en algunas personas se asocia a infecciones por el
virus de la hepatitis B o el virus de la hepatitis C.
¿Qué síntomas produce la panarteritis nodosa?
Durante la fase activa de la panarteritis nodosa puede haber fiebre, malestar general, pérdida de apetito, pérdida de peso, dolor abdominal, dolor de cabeza, dolores musculares y articulares. En función de los órganos afectados también aparecen los siguientes síntomas:
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Afectación de los riñones. Es la afectación más grave de la enfermedad, produciendo hipertensión arterial y/o una insuficiencia renal rápidamente progresiva si no se establece tratamiento inmediato. Aparece en dos tercios de los pacientes con panarteritis nodosa.
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Afectación de los nervios que van a las extremidades (mononeuritis múltiple). Produce pérdida de fuerza en un brazo o en una pierna y/o alteraciones en la sensibilidad.
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Afectación del aparato digestivo. Produce dolor abdominal, náuseas, vómitos, sangrado digestivo o perforación de alguna zona intestinal.
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Afectación de la piel. Produce un sarpullido rojizo, nódulos, úlceras u otras lesiones
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Afectación de otros órganos. Puede afectar al corazón, produciendo una pericarditis, un infarto de miocardio o una insuficiencia cardiaca, al cerebro, dando lugar a un ictus, o a otras zonas.
¿Cómo se diagnostica la panarteritis nodosa?
El diagnóstico de sospecha de la panarteritis nodosa se basa en los síntomas del paciente y en la afectación de varios órganos distintos. Característicamente no existen anticuerpos frente al citoplasma del neutrófilo (ANCA) en la sangre, muy habituales en otros tipos de vasculitis.
El diagnóstico definitivo requiere de una biopsia, habitualmente del riñón, de la piel, de los nervios o del músculo. Se debe realizar siempre un estudio por si hubiera infección por el virus de la hepatitis B o de la hepatitis C.
¿Es hereditaria?
La panarteritis nodosa no es una enfermedad hereditaria.
¿Es contagiosa?
La panarteritis nodosa no es una enfermedad contagiosa.
¿Cuál es el pronóstico de la panarteritis nodosa?
La panarteritis nodosa es grave, debiéndose la mayor mortalidad a la perforación del intestino, a la afectación del corazón o a la afectación del riñón. El tratamiento ha mejorado muchísimo el pronóstico de estos pacientes. Actualmente más de cuatro de cada cinco tienen supervivencias por encima de los 5 años.
¿Cuál es el tratamiento de la panarteritis nodosa?
Existe un tratamiento de inducción dirigido a controlar de forma inmediata la panarteritis nodosa y evitar así el daño de los órganos vitales, y un tratamiento de mantenimiento, dirigido a evitar que la enfermedad, una vez controlada, reaparezca.
Tratamiento de inducción
Consiste en la administración de corticoides (en pastillas, o por vena en casos más graves) junto a
ciclofosfamida. En las formas leves de
panarteritis nodosa, que no afectan a órganos vitales, puede evitarse la ciclofosfamida (que tiene muchos efectos adversos) y administrarse corticoides únicamente o asociados a azatioprina, metotrexate o micofenolato.
Tratamiento de mantenimiento
Dada la toxicidad de la ciclofosfamida, esta debe retirarse meses después de la respuesta inicial. Posteriormente se suelen utilizar los corticoides junto a azatioprina. El tratamiento debe mantenerse varios meses.
Además de estos tratamientos se precisa un buen control de la tensión arterial para evitar complicaciones futuras y, si existiera infección por el virus de la hepatitis B o la hepatitis C, tratamiento con antivirales frente a estos virus.
Dadas las frecuentes complicaciones del tratamiento con corticoides, en estos pacientes se debe valorar:
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La protección del estómago con omeprazol o medicamentos similares.
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Un buen aporte de calcio y vitamina D para evitar la osteoporosis, siendo frecuentemente necesario administrar otros medicamentos que ayudan a su prevención.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.