Se denomina
insuficiencia respiratoria a
cualquier situación que lleve a una disminución de la cantidad de oxígeno en la sangre. La insuficiencia respiratoria puede ser aguda (de horas o días de evolución) o crónica (de meses o años de evolución).
¿Cuáles son las causas de la insuficiencia respiratoria?
Las causas de insuficiencia respiratoria son múltiples:
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Las más frecuentes son las enfermedades de los pulmones y las enfermedades del corazón.
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También puede producirse insuficiencia respiratoria cuando el cerebro, los nervios de la médula espinal o los nervios que llegan al pecho, no son capaces de estimular la ventilación, es decir la acción de tomar y soltar el aire, lo cual sucede en situaciones en las que una persona se encuentra muy dormida (tras una gran borrachera o tras consumir drogas), tras un traumatismo cerebral o cuando existen ciertas enfermedades que afectan a los nervios de la médula espinal (esclerosis lateral amiotrófica, síndrome de Guillain-Barré, etc.).
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Puede haber también insuficiencia respiratoria en personas muy obesas o en personas con deformidades del pecho (cifosis o escoliosis) en las que éste no puede distenderse adecuadamente para introducir aire en su interior.
¿Cuáles son los síntomas de la insuficiencia respiratoria?
El síntoma fundamental de la insuficiencia respiratoria es la sensación de falta de aire
(disnea). La disnea puede ocurrir en reposo o tras un determinado esfuerzo.
El resto de los síntomas dependen de la enfermedad responsable de la insuficiencia respiratoria.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico de la existencia de insuficiencia respiratoria se realiza mediante una determinación de los gases en sangre
(gasometría). Una cantidad baja de oxígeno en sangre (pO2 menor de 60 mmHg) indica insuficiencia respiratoria. Si junto al descenso del oxígeno se eleva el dióxido de carbono en sangre (pCO2 mayor de 49 mmHg) se dice que la insuficiencia respiratoria es global.
También puede diagnosticarse mediante una
pulsioximetría. Si la saturación del oxígeno en sangre es inferior al 90% puede existir una insuficiencia respiratoria.
¿Cuál es el tratamiento de la insuficiencia respiratoria?
El tratamiento de la insuficiencia respiratoria depende de la enfermedad que la produce. En las personas con insuficiencia respiratoria aguda o crónica se debe siempre
administrar oxígeno junto al tratamiento de la enfermedad responsable.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.