¿Qué es una colposcopia?
Una
colposcopia es una
exploración que permite ver con precisión la vulva, el interior de la vagina y el cuello del útero. Puede acompañarse de la obtención de secreciones vaginales y de células del cuello del útero para su posterior análisis o de la realización de una biopsia de alguna zona que se encuentre alterada, fundamentalmente del cuello del útero.
¿En qué consiste la colposcopia?
Una colposcopia consiste en la utilización de un aparato llamado
colposcopio que permite magnificar (agrandar) la visualización de la zona de la vulva, la vagina y el cuello del útero, como si lo miráramos con una lupa. Permite así detectar lesiones de pequeño tamaño en cualquiera de estas zonas.
¿Cuándo se solicita una colposcopia?
Una colposcopia se suele solicitar en mujeres en las que una citología previa ha dado resultados que sugieren la presencia de una displasia o de un cáncer de cuello del útero. Sin embargo también puede solicitarse en otras situaciones, como la búsqueda de infecciones, la valoración de la extensión de condilomas o de la extensión de un cáncer de cuello de útero.
Preparación de la colposcopia
La paciente debe acudir a la colposcopia cuando no se encuentre con la menstruación. Durante el día previo a la prueba se debe evitar la utilización de tampones, cremas o geles vaginales o cualquier otra sustancia intravaginal, así como mantener relaciones sexuales.
¿Existe alguna contraindicación para la colposcopia?
La paciente debe indicar si tiene alguna alergia o alguna enfermedad que aumente el riesgo de sangrado. Por estos mismos motivos debe indicar al ginecólogo qué medicinas está tomando, con especial referencia a antiagregantes o anticoagulantes, medicinas que aumentan el riesgo de sangrado si se obtiene una biopsia.
¿Cómo se hace una colposcopia?
Para la realización de una colposcopia la paciente suele colocarse en una silla especial ginecológica que permite la apertura de piernas y del canal vaginal. Posteriormente se introduce el colposcopio a través de la vagina, el cual se dirige a diversas zonas del interior de la vagina y al cuello del útero. En ocasiones, se puede aplicar vinagre o un colorante a alguna zona del cuello del útero con un algodón para permitir identificar mejor la presencia de alteraciones. Si existe alguna zona anormal puede tomarse una biopsia del cuello del útero
(biopsia cervical).
Efectos adversos
No suelen existir. La realización de una colposcopia suele llevar unos 15 minutos. Puede producirse algo de sangrado cervical tras la prueba si se ha obtenido una biopsia, por lo que es conveniente ponerse una compresa. Raramente la biopsia puede favorecer una infección posterior.
¿Qué pasa después de la colposcopia? ¿Hay cuidados posteriores?
En general, no. Si se ha tomado una biopsia a veces puede quedar un malestar en la zona durante 1 o 2 días, o un pequeño sangrado. No se deben mantener relaciones sexuales, utilizar tampones o introducir geles u otras sustancias en la vagina durante una semana, para permitir que la biopsia cicatrice sin complicaciones.
Resultados de la colposcopia ¿Cómo se interpreta?
Si se obtienen biopsias los resultados tardan entre 1 y 2 semanas. Si existe alguna anomalía, como la presencia de displasia o de un cáncer, deben solicitarse otras pruebas más precisas para continuar investigando.
¿Cuándo solicitar asistencia médica tras la colposcopia?
En caso de aparición de fiebre, dolor abdominal o sangrado importante después de la prueba se debe acudir al ginecólogo.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.