Diccionario de enfermedades

Carcinoma basocelular

Carcinoma basocelular es uno de los tipos más frecuentes de cáncer de piel

¿Qué es el carcinoma basocelular?


El carcinoma basocelular o el carcinoma de células basales es la forma más común de cáncer de piel y la más frecuente de todos los tipos de cáncer. En Estados Unidos se diagnostican más de 4 millones de casos cada año. Los carcinomas basocelulares se generan por un crecimiento anormal e incontrolado de las células basales, suele aparecer en la forma de un bulto ligeramente transparente en la piel, aunque puede tomar otras formas. El carcinoma basocelular ocurre con mayor frecuencia en zonas de la piel que están expuestas al sol, como la cabeza y el cuello. Los dos subtipos más frecuentes de cáncer de piel son el carcinoma basocelular (70-80 por ciento de los cánceres de piel) y el carcinoma espinocelular (20 por ciento).


Síntomas del carcinoma basocelular


Los tipos más comunes de carcinoma basocelular son los siguientes
  • Nodular (alrededor del 60 por ciento de los carcinomas basocelulares): estos tipos son nódulos pequeños firmes, brillantes y casi traslúcidos a rosados con telangiectasias, en general en la cara. Las úlceras y las costras son comunes.
  • Superficiales (alrededor del 30 por ciento): pápulas o placas rosadas, delgadas, de límites netos, en forma habitual en el tronco, difíciles de distinguir de la psoriasis o la dermatitis localizada.
  • Morfeaforma (5 a 10 por ciento): placas planas, cicatrizadas e induradas que pueden ser de color carne o rojo claro y tienen bordes indefinidos.
  • Los carcinomas basocelulares nodulares y superficiales pueden producir pigmento (a veces denominados carcinomas basocelulares pigmentados).

¿Cómo prevenir el carcinoma basocelular?


Para reducir el riesgo de carcinoma de células basales, una de las 'claves' es la de evitar el sol en sus horas más fuertes. También es imprescindible el uso de protector solar durante todo el año, incluso en días nublados. Por otro lado, usar ropa de protección, cubrir la piel con prendas oscuras y de tejido ajustado que protejan los brazos y las piernas o biseras y gorras, o gafas de sol que bloqueen la radiación ultravioleta. Es recomendable revisar frecuentemente la piel para comprobar si hay nuevos bultos o cambios en lunares, pecas, protuberancias y marcas de nacimiento existentes, y acudir al médico en caso de notar alguna irregularidad.

Otros factores de riesgo que favorecen la aparición de carcinomas basocelulares son, por un lado, la radioterapia. El riesgo de carcinoma de células basales es más alto, también, entre las personas que tienen pecas, que se queman fácilmente con el sol, que tienen una piel muy clara, que son pelirrojas o rubias o que tienen los ojos claros.

Debido tarda décadas en desarrollarse, la mayoría de estos carcinomas se llega a producir en adultos mayores. Los antecedentes familiares de cáncer de piel también aporta un mayor riesgo a padecerlo, así como el uso de medicamentos inmunodepresores o la exposición al arsénico. Por último, enfermedades genéticas poco frecuentes pueden aumentar el riesgo de carcinoma, entre ellas el síndrome de carcinoma nevoide de células basales (síndrome de Gorlin-Goltz) y el xeroderma pigmentoso.


Tratamiento


Para tratar el carcinoma basocelular, lo más habital es la extirpación del mismo, pues tiene una alta tasa de curación si se trata a tiempo. Sin embargo, el tratamiento varía dependiendo del tamaño, profundidad y localización del cáncer. Se suele extirpar utilizando estos procedimientos:
  • Escisión quirúrgica: esta técnica permite extirpar el tumor en su totalidad y realizar un estudio anatomopatológico posterior para determinar si los bordes de la pieza quirúrgica están libres. Además, a veces, son necesarios injertos cutáneos cuando se eliminan áreas amplias de piel.
  • Curetaje y electrocoagulación: Esta técnica consiste en la extirpación mediante una cureta. Posteriormente la zona tratada se electrocoagula para eliminar restos.
  • Criocirugía (nitrógeno líquido): Puede emplearse en lesiones pequeñas.
  • Agentes citotóxicos tópicos: El 5-fluoracilo puede emplearse únicamente en el tratamiento del carcinoma basocelular superficial.
  • Radioterapia: útil para personas de edad avanzada, lesiones grandes, si fracasa el tratamiento quirúrgico, o si resulta dificultoso.
  • Imiquimod: es un fármaco empleado en el tratamiento de carcinomas basocelulares superficiales y de pequeño tamaño. Tiene efecto inmunomodulador, estimula la respuesta inmune del individuo. 
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.