¿Qué es la bartolinitis?
La
bartolinitis surge por una
inflamación en las glándulas de Bartolino, que se encuentran
ubicadas a cada lado de la abertura vaginal. Las glándulas de Bartolino son simétricas y se conectan con la vagina a trabes del himen y los labios menores. Estas generan un fluido que actúa como lubricante, pero, si se inflaman, no dejan salir el flujo. Esto puede desembocar en una
infección e incluso dar paso a un
absceso o
quiste, que se produce cuando se
acumula pus en una de las glándulas y generalmente se presenta a un lado de la abertura vaginal.
Según la
Asociación Española de Ginecología y Obstetricia (AEGO), existen dos patologías similares que es conveniente saber diferenciar. Por una parte, se encuentra un
quiste por obstrucción que se forma a causa de la acumulación de secreciones, pero que no se ha llegado a infectar. Por este motivo
ni es doloroso ni presentará síntomas de inflamación.
Por otra parte, se encuentra la
bartolinitis aguda infectada, que si presenta
síntomas de inflamación y que requiere
tratamiento quirúrgico. En algunos casos, en el absceso de Bartolino se puede producir una fístula, que es una apertura que suele cerrarse en falso y que acumula dentro más infección.
Síntomas y causas de la bartolinitis
Este tipo de quistes
no suelen presentar ningún tipo de sintomatología. Además, si presentan un tamaño reducido, pueden ser muy difíciles de detectar sin una consulta médica. Pueden
generar incomodidad en caso de que este aumente su dimensión, ya que su presencia se podría percibir cerca de la apertura vaginal.
El volumen del bulto puede estar comprendido entre uno y cuatro centímetros. Las complicaciones aparecen en el caso de que este present
e una infección. En ese supuesto, los síntomas que pueden aparecer son
fiebre, dolor durante las relaciones sexuales y la aparición de un bulto sensible ubicado a los lados de la abertura vaginal.
Algunas de las principales
causas de esta enfermedad son la
acumulación de líquidos por infección o proliferación de la piel o la a
parición de bacterias. En mayor medida son estas las que pueden llegar a ocasionar la infección de algún quiste y facilitar la acumulación de pus en la región.
Tratamiento y diagnóstico
Cuando el caso no es complicado, el diagnóstico de esta enfermedad se hace mediante la
exploración y la palpación de la zona. De esta forma, se busca encontrar algún bulto que pueda estar relacionado con la aparición de la bartolinitis.
El tratamiento más eficaz para el absceso de Bartolino se lleva a cabo mediante la
extirpación de la glándula y del conductor de la misma. Esto tiene el fin de evitar que en un futuro se repita esta patología. Esta intervención
no disminuye la lubricación vaginal, que será llevada a cabo por muchas otras glándulas.
La bartolinitis a menudo supone que previamente se ha tenido algún tipo de
infección bacteriana. Siempre que se diagnostica esta patología es imprescindible realizar un estudio para detectar posibles
Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS).
También se recomienda realizar un análisis del
Virus de Papiloma Humano, así como un
exudado vaginal de posibles virus y bacterias.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.