María Luisa Carcedo
Como médico,
María Luisa Carcedo tenía muy claro que si quería cambiar el sistema, debía hacerlo desde dentro. Ahí fue cuando unió su vocación como
sanitaria a la de política y decidió ampliar su estancia en el terreno de la gestión sanitaria. Primero en la comunidad que la vio crecer, Asturias, y años más tarde desde lo más alto de la cúpula como responsable del
Ministerio de Sanidad. Ahora, desde el
Congreso de los Diputados hace repaso de toda su dilatada trayectoria en un nuevo capítulo de '
Líderes Sanitarias'.
Su firma se encuentra presente en proyectos como la
Ley de la Eutanasia, la estrategia CoNprueba contra las pseudoterapias, el Plan de Salud Bucodental, el
Marco Estratégico de Atención Primaria o el
Real Decreto de Especialidades, que comenzaría a fraguarse durante su mandato y que será el marco vertebrador de la
Formación Sanitaria Especializada.
Equilibrio en la colaboración público-privada
Después de tres décadas dedicada al mundo de la administración sanitaria a nivel autónomico y nacional, estos últimos años como responsable de la
Comisión de Política Territorial y Función Pública en la Cámara Baja, la facultativa está convencida de cuáles deben ser los ejes de cambio en el sistema.
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Entre ellos figura un replamentamiento del esquema organizativo que supedite la creación de nuevas especialidades a la practicidad ofrecida al paciente a la hora de acudir a su especialista y un peso equilibrado en la
colaboración público-privada en un sector "tan complejo" de coordinar como es el sanitario. Ve igualmente necesario una transformación a nivel social y cultural que pemita desterrar viejas concepciones sobre el liderazgo ejercido por las mujeres y sus capacidades en el mundo laboral.
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