El Servicio de Psicología de Urgencias y Emergencias Extrahospitalarias 112 como coordinador de Ifema. Primera experiencia de atención psicológica en un hospital único de pacientes con Covid
Resumen: En este artículo se pretende trasladar el procedimiento de intervención, los datos y la interpretación de los mismos sobre el Servicio de Psicología de IFEMA de Urgencias y emergencias 112.
Abstrac: This article aims to transfer the intervention procedure, the data and their interpretation on the IFEMA emergency and emergency service 112.
Índice
1) Contexto y protocolo de actuación del Servicio de Psicología de Ifema
2) Desarrollo del procedimiento de intervención
3) Datos obtenidos en las intervenciones psicológicas
4) Interpretaciones sobre los datos
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5) Cconclusiones
6) Fututo sobre nuevas intervenciones psicológicas en una crisis sanitaria epidemiológica
1) Contexto y protocolo de actuación del Servicio de Psicología de Ifema
En marzo del 2020 desde la Gerencia del SUMMA, Servicio de Urgencia y emergencia extrahospitalaria de la comunidad de Madrid, se nos solicitó a los Psicólogos Clínicos del SUMMA que lleváramos la coordinación del Servicio de Psicología que se quería implementar en el Hospital de IFEMA. Centro que solo recibiría enfermos de COVID-19.
La creación de este hospital se realizó por la necesidad de aliviar la situación hospitalaria que recepcionaba los ingresos de numerosos enfermos de COVID-19 y que colapsaba las urgencias así como las plantas de tratamiento correspondientes.
Comenzamos las reuniones de Equipo, durante la primera semana, desde el 23 de Marzo al 27, con el fin de adecuar nuestro procedimiento al resto de actuaciones de las áreas sanitarias, medicina, enfermería, celadores, TES…
Es necesario hacer una mención expresa a nuestros compañeros de equipo del SUMMA, los Técnicos que nos acompañan a todas nuestras intervenciones en el exterior y que durante la etapa de coordinación de IFEMA estuvieron con nosotros atendiendo cualquier apoyo tanto de información a todos los compañeros, búsqueda de material, creación del Excel.. y lo más importante el apoyo emocional que nos prestaban a nosotros mismos.
La primera medida que adoptamos fue que en los turnos de día estaríamos 2 de los Psicólogos del SUMMA para realizar tanto la coordinación como las intervenciones con pacientes en pabellones así como las intervenciones psicológicas en el exterior. Es necesario aclarar que antes de comenzar con la coordinación del servicio de Psicología de IFEMA nuestro trabajo se desarrollaba tal y como marca el protocolo aprobado por la gerencia del SUMMA, publicado en la propia intranet, de manera que en cada turno estaba un Psicólogo (12 horas de día y 12 Horas de noche al día siguiente) con intervenciones psicológicas tanto en domicilio en Madrid capital como en calle y domicilio, en el resto de la comunidad de Madrid. Nuestra activación se realiza por el Jefe de Guardia del turno y solemos actuar tanto en casos de violencia de género, maltrato infantil, muertes traumáticas( suicidio, paro cardiaco, muerte súbita, accidentes..) pacientes psiquiátricos, Intentos autolíticos siendo prioritarias nuestras intervenciones cuando en el contexto de la actuación sanitaria existan menores o personas vulnerables que requieren un acompañamiento.
Durante el tiempo de estancia en IFEMA, desde 23 de Marzo hasta el 1 de mayo, los Turnos de día eran realizados por 2 Psicólogos del Servicio de Psicología del SUMMA, mientras que durante el turno de noche solo estaba uno.
Esta primera semana nos permitió diseñar un procedimiento de actuación y derivación con otros servicios. Era necesario reforzar con otros Psicólogos el Servicio y al ser conscientes de los riesgos que entrañaba la atención presencial en pabellones con los pacientes, decidimos, desde el primer momento, realizar esta labor solo los Psicólogos del SUMMA. También consideramos necesario actuar solo nosotros en las intervenciones con los profesionales sanitarios que demandaban nuestra ayuda y en los casos Preexitus, pacientes que van a fallecer y se facilita la despedida de 2 familiares con el paciente. Siendo nosotros los que acompañábamos en este proceso.
Diseñamos una intervención centrada en 3 áreas: pacientes, sanitarios y familiares. La tercera era la que iba a requerir el apoyo de más Psicólogos dado que esta intervención solo se iba a realizar por vía telefónica, evitando así exponer al mínimo riesgo a nuestros compañeros de refuerzo. Acudieron Psicólogos de la Cruz Roja, de Justicia y del SAMMUR. Todos ellos eran Psicólogos voluntarios oficiales. El servicio se cubrió con 4 o 5 Psicólogos más en el turno de mañana y 4 o 5 Psicólogos, en el turno de tarde. Era necesario que permanecieran solo 4 horas de mañana y 4 de tarde para que pudieran descansar, debido a la intensidad y dureza de las intervenciones que realizábamos.
Todas nuestras actuaciones eran registradas en el sistema sanitario electrónico, que se creó para IFEMA, y también lo recogíamos en un Excel donde separábamos el registro de IFEMA y el de intervenciones en el exterior.
Las peticiones para realizar una intervención psicológica, generalmente, provenían de los controles de los pabellones, de los médicos informadores y de la central de coordinación del SUMMA. Aunque en ocasiones las realizaban otros profesionales sanitarios, enfermeras, o bien desde la propia coordinación de IFEMA.
Los pabellones estaban organizados por controles que eran los que por vía telefónica nos solicitaban la intervención con pacientes. IFEMA tenía tres pabellones 5, 7 y 9. Siendo el 5 el que se creó primero y tenía menos controles y posteriormente el 7 y 9 que tenía un diseño más moderno y se distribuían por más controles con menos número de pacientes, aproximadamente 40 pacientes por control. Desde el primer fin de semana comenzamos a recibir pacientes y cada día era mayor el número hasta llegar a alcanzar unos 1300.
Pacientes
El área de intervención con pacientes se dividió en intervención presencial y telefónica. Ambas intervenciones eran solicitadas tanto por los médicos de los pabellones como por los médicos informadores. Estos últimos eran un grupo de médicos voluntarios que atendían todos los días a los familiares de los pacientes hospitalizados dándoles información sobre cómo se encontraba su familiar y recibiendo peticiones de los familiares como por ejemplo que acudiéramos los Psicólogos para atenderle al paciente porque se encontraba muy ansioso, triste, deprimido,,,etc. Y esta demanda nos era trasmitida presencialmente.
La intervención presencial con pacientes era decida por los psicólogos del SUMMA, dependiendo de los síntomas que nos trasmitían desde control de pabellón o medico informador decidíamos acudir presencialmente, mayor gravedad, o bien realizar primero una llamada telefónica por nosotros mismos, para evaluar la procedencia de acudir presencialmente o no. Esta llamada telefónica solo se podía realizar si el propio paciente contaba con un teléfono y podíamos mantener una entrevista telefónica con él, en caso de no disponer de teléfono acudíamos presencialmente. Una vez realizada la evaluación decidíamos si llevar acabo la intervención presencial continuada o bien mantener un seguimiento telefónico diario.
La intervención telefónica con pacientes era bien para determinar si se realizaba presencial o bien para realizar seguimientos más habituales, a diario, cada 2 días, etc. Intentábamos realizar los seguimientos los mismos profesionales que lo habían iniciado siempre que fuera posible. En los casos que los Psicólogos de refuerzo hubieran realizado el primer contacto con el paciente, también estos realizaban estas llamadas de seguimiento con ellos.
El sistema informático que se creo en IFEMA tenía un apartado especial de intervención psicológica, podían solicitarnos en el las intervenciones presenciales y nosotros podíamos mantener informados al personal sanitario sobre nuestras intervenciones y el seguimiento establecido. Así nuestro trabajo podía ser visibilizado igual que los informes médicos.
Además en este sistema informático teníamos la información sanitaria completa del paciente así como los datos de contacto de sus familiares.
Profesionales
En el área con profesionales establecimos 2 tipos de intervención, telefónica y presencial, siendo esta individual o grupal. La telefónica se realizaba tanto con los sanitarios que habían estado en mesa COVID, mesa de la central de coordinación que se encargaban de recepcionar todas las llamadas de ciudadanos al 112 y que eran sanitarios muy estresados y con alto nivel de ansiedad. También atendíamos a sanitarios que iban en UME COVID, se encargaban mayoritariamente del traslado de enfermos COVID , domicilio a hospital, de hospital a hospital, de Hospital a IFEMA..etc. Y sanitarios de IFEMA. La intervención telefónica inicial, normalmente, generaba un seguimiento del sanitario.
La intervención presencial grupal se estableció en IFEMA para profesionales sanitarios del hospital y eran a primera hora de la mañana para intentar cubrir los sanitarios que salían del turno de noche y los que iniciaban el turno de mañana. La intervención presencial individual con sanitarios de IFEMA se realizaba a cualquier hora del día en un despacho adyacente al despacho donde teníamos la coordinación con todo el Equipo de Psicólogos. Todas las peticiones presenciales y grupales eran solicitadas por los propios sanitarios y las telefónicas podían ser solicitadas por ellos o por compañeros del centro coordinador del SUMMA.
Familiares
El área de intervención con familiares procedía siempre de los médicos informadores, al hablar con ellos detectaban alteraciones psicológicas y nos lo remitían. Estas intervenciones eran realizadas mayoritariamente por los Psicólogos Voluntarios oficiales salvo las que eran por situaciones de extremada gravedad del familiar, que en este caso lo hacíamos los Psicólogos del SUMMA. Estas intervenciones también requerían en muchos casos un seguimiento.
Se tenían que realizar algunas intervenciones presenciales con familiares cuando el familiar estaba muy grave e iba a morir, preexitus, para despedirse ( estas peticiones nos las realizaban desde los médicos informadores que eran los que hablaban primero con la familia para ofrecerles el poder despedirse y si decían que si nos lo pasaban, en ocasiones nos pasaban casos dudosos para que una vez que ellos se lo comunicaban a la familia, y si no lo tenían decidido, nosotros estuviéramos en contacto con ellos para organizarlo si tomaban la decisión de realizar una despedida presencial). En ocasiones atendíamos a familiares que acudían a IFEMA bien para informarse bien para traer algo para su familiar o recoger objetos o la partida de defunción. Estos últimos casos nos lo pedían desde la coordinación general del hospital. Admisión.
Luego nuestro protocolo, de forma abreviada, era:
Objetivos de la intervención psicológica:
A) Atender a los pacientes ingresados, familiares y sanitarios que por su situación de alteración o inestabilidad psicológica requieran nuestra intervención
B) Mejorar el estado de bienestar de los pacientes, familiares y sanitarios en la situación de crisis sanitaria por COVID-19
C) Colaborar en el equilibrio del Servicio sanitario de IFEMA
D) Responder a las necesidades psicológicas de los compañeros sanitarios
Coordinación del Servicio de Psicología:
A) Médicos, Enfermeros de los controles de pabellón
B) Médicos Informadores
C) Dirección Médica y de Enfermería de IFEMA
D) Trabajadoras Sociales de Atención Primaria
E) Hospitales públicos con pacientes ingresados familiares de pacientes ingresados en IFEMA
F) Con Psiquiatras y Psicólogos de la red de salud mental de la Comunidad de Madrid
Áreas de intervención:
A) Pacientes
B) Sanitarios
C) Familias
Tipos de intervención
A) Presencial
B) Telefónica
Resolución
A) Mejoría/Alta
B) Fallecimiento
C) Traslado a residencias u hoteles medicalizados
2) Procedimiento
Todas las mañanas al llegar al despacho revisábamos las fuentes de peticiones, correo electrónico, sistema informático de IFEMA y los avisos de los compañeros del día anterior. Cada día quedaba pendiente casos nuevos para ser vistos presencialmente o telefónicos, y seguimientos presenciales y telefónicos.
Al principio intentamos que al menos uno de los Psicólogos del SUMMA que había estado el día anterior repitiese al día siguiente para mantener un hilo conductor al menos las 3 primeras semanas. Debido al cansancio y una vez puesto en marcha el servicio, al día siguiente iban otros 2 compañeros diferentes y rotábamos dejando más espacio entre turnos para darnos algo de descanso.
Los cuatro primeros días, nuestro tiempo trascurría entre las reuniones de coordinación, el diseño del proyecto y la habilitación del espacio así como de las necesidades materiales que el servicio de psicología requería, además de las intervenciones telefónicas con profesionales de la central de coordinación, mesa COVID, y profesionales de IFEMA. Desde la llegada de pacientes tuvimos que comenzar a desarrollar el protocolo.
Durante las primeras semanas todos los días entre el turno de día y de noche realizábamos una reunión online los 6 psicólogos del SUMMA para contarnos, novedades, necesidades para el día siguiente y cualquier cuestión que requiriese una actuación al día siguiente así como también intentamos realizar toma de decisiones conjuntas en estas reuniones sobre los temas más importantes. En otras ocasiones la celeridad y el ritmo diario en el hospital nos impedía llegar a tomas de decisiones consensuadas.
Una de las necesidades que ya en las reuniones con dirección del Hospital se planteó fue la coordinación con todos los controles de los pabellones y con los médicos informadores. Estos últimos trasmitían a diario al familiar de referencia del paciente ingresado, la evolución médica de su familiar. Realizamos hojas informativas con nuestros teléfonos lugar de ubicación y horario para que todos los controles de los pabellones pudiesen localizarnos si consideraban necesaria nuestra intervención con pacientes. Con los médicos informadores también realizamos una línea de colaboración indicando situaciones posibles de nuestra intervención como:
- Familiares con mucha ansiedad, bloqueo, miedos o tristeza
- Ppacientes que los propios familiares manifestaban que era necesaria nuestra intervención presencial porque habían hablado con ellos y los habían notado muy bajos en el estado de ánimo
- Pacientes que tuvieran un diagnóstico de enfermedad mental o tratamiento psicológico previo
- En ocasiones recibíamos llamadas de psiquiatras o psicólogos de salud mental para comentarnos el caso de algún paciente de ellos que estaba ingresado en IFEMA y del que nos solicitaban que tuviéramos un seguimiento
- Acompañamiento a pacientes que se les iba a comunicar el fallecimiento de un familiar. Una vez que un familiar comentaba con el médico informador la muerte del familiar del paciente de IFEMA, este lo comunicaba al médico de control que era el que transmitía la información al paciente y el médico de control era quien demandaba nuestro apoyo y acompañamiento para comunicar al paciente la muerte de su familiar. Nosotras realizábamos un apoyo y escucha activa así como una intervención más larga de legitimación con el paciente si era necesaria. Primero pensaron desde coordinación en la posibilidad de que fuéramos nosotros quien lo comunicáramos, pero al igual que en cualquier actuación sanitaria hospitalaria y extrahospitalaria las comunicaciones de fallecimientos deben ser dadas por los médicos que son los que mejor pueden explicar el motivo de la muerte, nosotros podemos acompañar y facilitar el proceso de inicio de duelo pero no la comunicación.
- Intervención con pacientes que iban a salir a un hotel medicalizado porque no podían regresar a su domicilio por posibilidad de contagio. Realizábamos la preparación para una buena adaptación al hotel, contextualizando el lugar, necesidades..etc.
Habitualmente desde los controles de los pabellones nos llamaban cuando encontraban a un paciente:
- Muy deprimido y con una evolución desfavorable por efecto de esta depresión
- Muy alterado, nervioso, irascible y de difícil trato siendo muy oposicionista al tratamiento
- o cuando lo requería el propio paciente y demandaba atención psicológica
En el caso de los familiares, como ya hemos mencionado, la intervención era habitualmente telefónica, si bien en ocasiones era presencial porque acudían a IFEMA a recoger o traer algo del paciente o bien porque venían a despedirse de su familiar. En este segundo caso intentábamos intervenir los dos psicólogos del SUMMA, si era posible, bien porque no se nos hubiera requerido para una intervención externa o bien porque la coordinación o la intervención con pacientes en pabellones nos lo impidiese.
También realizábamos la intervención con los familiares en caso Preexitus, próximo fallecimiento del familiar, se requería el acompañamiento a uno o dos miembros de la familia (se permitía como máximo 2) les ayudábamos a ponerse los EPI, mientras lo realizábamos íbamos preparando a los familiares, contándoles cómo íbamos a realizarlo y que íbamos a realizar el acompañamiento presencial con ellos, estando próximos, para atenderles en cualquier situación de necesidad. Una vez realizada la despedida volvíamos a acompañarles para que se quitaran el EPI, se desinfectaran bien y pudiéramos realizar una ventilación emocional y legitimación de emociones, posteriormente.
En el caso de la intervención con profesionales se proyectó 2 tipos de intervención individual y en grupo. La individual podía ser telefónica, bien con sanitarios de mesa COVID, sanitarios de cualquier dispositivo del SUMMA, UAD (unidad de apoyo a domicilio), VIR (Vehículo de intervención rápida), SVAE (Servicio avanzado de enfermería), UME (Unidad medica especializada)…etc. Así como presencial, la realizábamos con sanitarios que estaban trabajando en el Hospital de IFEMA en una sala habilitada al lado del despacho central de coordinación.
Durante nuestro horario de permanencia en IFEMA de 9,00 a 19,00 podían acudir en cualquier momento para ser atendidos, normalmente las peticiones que recibimos fueron por ansiedad, estress y agotamiento psicológico. El personal sanitario sufrió un gran desgaste psicológico y emocional durante las 6 semanas que permanecimos allí. En el caso de terapias grupales se estableció una sesión a las 9,30 h porque era el momento en el que ya se había producido el cambio de turno y podían acudir tanto los salientes como los entrantes. Al principio la intervención con los sanitarios fue menor pero con el paso de los días fue aumentando.
En cuanto a la coordinación con los compañeros psicólogos voluntarios oficiales, tanto de la Cruz Roja como del SAMUR así como 2 compañeros de Justicia que también colaboraron, siempre se establecía en el despacho de coordinación. Ellos estaban normalmente de 9,30 a 13,30 y de 14,30 a 18,30. Intentábamos que fueran cambiando por turno para evitar la acumulación estrés y el cansancio.
En cada turno solía haber 4 o 5 de mañana y 4 o 5 de tarde. Cuando llegábamos organizábamos el trabajo programado del día y cuando llegaban comenzábamos a distribuir las intervenciones telefónicas con ellos y realizábamos una pequeña reunión de coordinación de las tareas programas. Además cada intervención debía ser registrada en nuestra base de datos y en el programa del hospital llamado Selene. La utilización del programa requirió inicialmente la enseñanza y manejo del mismo.
En las ocasiones que el paciente estaba grave, no derivábamos las llamadas de familiares a los voluntarios, las realizábamos nosotras, al considerar una situación más compleja y de mayor desborde emocional. Además, y cuando era necesario por el volumen de llamadas que teníamos que efectuar, todos realizábamos las llamadas con familiares si se estaba acumulando el número de intervenciones telefónicas.
Comentar que el trabajo desarrollado por nuestros compañeros fue muy bueno técnicamente hablando y muy adecuado en el desarrollo humano tanto en el equipo como con los familiares y con los médicos informadores que acudían con las intervenciones a familiares y pacientes. Es de agradecer contar con psicólogos con experiencia en la urgencia y emergencia.
Es necesario también hacer mención a todas las intervenciones con sanitarios de IFEMA y de dispositivos del SUMMA que sin acudir a nuestro despacho o hacer la demanda telefónica nos encontrábamos por IFEMA e in situ realizábamos la intervención. Siendo normalmente la demanda la ansiedad, el estrés y el cansancio emocional y psicológico que estaban sufriendo. En ocasiones apareciendo también el sentimiento de culpa.
Nos solicitaban y demandaban atender a los medios de comunicación, TV, radio, documentales, que querían recoger la intervención psicológica y el servicio de Psicología que estábamos liderando en IFEMA. Esta demanda fue en aumento durante todo el mes de abril.
En cuanto a la intervención con pacientes intentábamos tener programadas visitas con pacientes en los 3 controles acumulando el número parar evitar un gasto innecesario de EPIS. Cuando acudíamos a los pabellones nuestros técnicos nos acompañaban para ayudarnos a vestir y solían quedarse en la entrada del pabellón con los teléfonos de las 2 guardias, la externa y la de IFEMA por si se producía alguna llamada de urgencia.
Con respecto al trabajo realizado por los Técnicos del Servicio de Psicología reiterar de nuevo nuestro agradecimiento por su dedicación y esfuerzo, su trabajo no solo era el de acompañamiento y protección /seguridad de trajes nuestra sino ayudar con la base informática, ser vías de coordinación haciendo entrega de nuestros hojas de intervención, comunicación con informática..etc.
3) Datos obetenidos en las intervenciones psicológicas
En cuanto a los datos obtenidos comentar que hemos realizado 444 intervenciones psicológicas en total, que se desglosan en:
- 140 intervenciones con pacientes ingresados en IFEMA, de las cuales 49 han sido presenciales y 147 telefónicas. Las intervenciones con estos pacientes tiene como objetivo dar apoyo en momentos de incertidumbre, angustia, pérdida de control, asociados a la situación que están viviendo.
El objetivo es realizar una atención inmediata para prevenir el desarrollo de un cuadro de trastorno por estrés postraumático, o la aparición de otras patologías de Salud Mental en el futuro, así como dotarles de seguridad y potenciar sus recursos personales de afrontamiento.
Si bien, en ocasiones, era necesario realizar un seguimiento de los pacientes con intervenciones presenciales realizándose 98 seguimientos, 54 telefónicos y 44 presenciales. La toma de decisión sobre realizar un seguimiento telefónico o presencial era a criterio del Psicólogo que había realizado la intervención presencial en función de la gravedad detectada.
- 83 intervenciones con familiares de las cuales 80 fueron telefónicas y 3 presenciales. Además se realizaron 35 seguimientos telefónicos con familiares.
Se realizaron 4 intervenciones presenciales de preexitus, como ya hemos comentado, este procedimiento consiste en preparar a la familia para la despedida de su ser querido, acompañarles y posteriormente dar apoyo en el inicio del proceso de duelo
Así mismo, tras el fallecimiento del paciente, establecíamos un contacto telefónico con la familia para prevenir la posibilidad de desarrollar un duelo complicado.
- Se realizó también intervención con profesionales que trabajan en IFEMA, así como profesionales del SUMMA 112 que se encontraban en la mesa COVID y que podían sentirse sobrecargados en su trabajo asistencial. En este sentido se facilitó un espacio de escucha, y de expresión emocional, teniendo como eje central el autocuidado y la cohesión en los equipos. SE atendió a 30 profesionales.
Las intervenciones presenciales con pacientes, familiares y profesionales han sido realizadas por los 6 Psicólogos del SUMMA 112 que estaban de guardia.
Las intervenciones telefónicas a pacientes y/o familiares se han realizado por 4 psicólogas tanto del SUMMA 112 como de Cruz Roja, voluntarios del SAMUR y Psicólogos Forenses de Justicia, unas 300 llamadas en 40 días, unas 8 intervenciones por psicóloga. Estas intervenciones eran de larga duración, aproximadamente, desde 20 minutos a 1 hora.
Los tiempos de intervención presencial con profesionales eran variables pero no descendían de los 40 minutos. A su vez, las intervenciones con los profesionales por vía telefónica eran de menor duración según fueran iniciales o de seguimiento, oscilando entre 20 minutos a 10 minutos.
4) Interpretación de los datos
Los datos aportados reflejan un mayor número de intervenciones telefónicas frente a las presenciales con pacientes, por una parte por el número de seguimientos telefónicos realizados así como por el hecho de realizar solo las presenciales una Psicóloga del SUMMA por turno ya que la otra debía quedar a disposición de la coordinación y de una posible llamada de intervención exterior (nuestras intervenciones habituales por el centro coordinador del SUMMA).
En cuanto a los 30 profesionales sanitarios que han sido tratados nos parece una cifra pequeña para el volumen de profesionales que trabajaban en IFEMA y en el exterior en dispositivos. Creemos que la poca afluencia de los sanitarios al servicio de Psicología se debe a las características del profesional sanitario que hace que siga trabajando y tirando hasta el desgaste máximo porque es su trabajo y es como considera que debe actuar, resistiendo ante su cansancio, tristeza, dolor..etc.
Si nos centramos ahora en las intervenciones con familiares, presenciales fueron pocas ya que, por suerte el índice de mortalidad en IFEMA fue muy bajo. Las telefónicas son las mayoritarias ya que la comunicación con los familiares de los pacientes hospitalizados que constituían el volumen mayor de demanda se realizaban por esta vía.
Sabemos que desde la dirección médica del 112 frenaron las intervenciones exteriores, las de domicilio de Madrid capital y toda la comunidad de Madrid y calle, de toda la comunidad de Madrid, para no colapsar el Servicio de Psicología. Agradecemos este esfuerzo por no agravar la presión en nuestro trabajo. Si bien consideramos que si se produjera una nueva situación de atención psicológica de urgencias y emergencias en una pandemia, nuestro trabajo en el exterior debería mantenerse con la actividad que cada día demandase el servicio.
Si establecemos una comparativa breve entre un servicio de psicología en hospital y el servicio de psicología de IFEMA veríamos que:
1) Desde los servicios de Psicología de los Hospitales se pretende crear servicios de Psicología que no estén enfocados en una especialidad médica y que los Psicólogos estén integrados en el trabajo directo de los servicios médicos. En el caso del Servicio de Psicología de IFEMA trabajábamos conjuntamente con las distintas especialidades médicas que intervenían, ya que todas estaban centradas en el COVID-19 y Los Psicólogos trabajamos con todos los médicos.
2) El Psicólogo que desee colaborar eficientemente en un determinado servicio debe conocer las características de los problemas de salud y los procedimientos de diagnóstico y terapéuticos que se realizan con más frecuencia. En el Servicio de IFEMA aprendíamos todos conjuntamente, las novedades médicas nos llegaban al mismo tiempo que todas las incertidumbres diagnósticas y terapeúticas.
3) Objetivos de la Psicología en el hospital:
a) asistencia directa a enfermos y familiares
b)docencia y enseñanza de contenidos psicológicos a estudiantes de medicina y de enfermería, para el entrenamiento de problemas específicos.
c) Investigación
d) la acción institucional, que comprende problemas de satisfacción de los usuarios con los servicios, el diseño de ambiente hospitalario, evaluación y mejora de los sistemas de información,,,etc.
e) se debe contratar a 1 Psicólogo por cada 80 a 100 camas.
Si nos centramos en los objetivos del Servicio de Psicología en un hospital de las características de IFEMA a) la asistencia era directa a pacientes y telefónica o presencial, según el caso a familiares. b) la docencia es un objetivo posterior, no durante la intervención. c) la Investigación es un objetivo posterior y d) la acción institucional sería un trabajo a realizar una vez finalizada la intervención. El número de pacientes que llegamos a tener en IFEMA era cerca de los 1300, eso en número óptimo de Psicólogos contratados de acuerdo a los objetivos del servicio de Psicología hospitalario se convertiría en 13 Psicólogos mínimo.
La temporalidad limitada de un hospital de las características de IFEMA y su especialización en una enfermedad vírica que se ha conformado como pandemia genera unas características muy diferenciadas a las que se pueden desarrollar en un servicio de psicología permanente dentro del engranaje de un hospital fijo.
5) Conclusiones
Ante esta experiencia se pueden obtener varias conclusiones:
1) Es necesario un servicio de psicología en las condiciones de pandemia sanitaria que hemos vivido y que se podría volver a repetir. Se ha comprobado que el apoyo a los pacientes en las condiciones de un Hospital sin acompañamiento de familiares, en una situación desbordada técnicamente y sufriendo mucha incertidumbre y soledad, ha sido positivo, resultaba un servicio de refuerzo no sólo para pacientes (que directamente eran los tratados) sino también para los profesionales sanitarios de los distintos controles que podían delegar este apoyo emocional en nosotros. Es necesario manifestar el reconocimiento al personal sanitario ya que les atendían realizando una gran labor no solo sanitaria sino también humana, estando pendientes de sus necesidades físicas y psicológicas.
2) La intervención presencial con los familiares preexistus ha sido una experiencia muy impactante y útil para los familiares, desde que conocían la posibilidad de despedirse, les podíamos acompañar en la decisión así como en la ejecución de la misma, hasta que realizábamos la despedida con ellos. Estas eran intervenciones largas, duras emocionalmente y gratificantes a la vez por realizar un servicio de apoyo psicológico en momentos tan difíciles.
3) La intervención con pacientes en pabellones, presencial, ha permitido establecer una colaboración estrecha con médicos, enfermeros, auxiliares que nos demandaban la intervención y que podían comprobar una mejoría en el paciente al ser atendidos por nosotros, lo que provocaba un aumento de peticiones. Además, los pacientes agradecían enormemente que acudieras para hablar con ellos, reforzando las herramientas psicológicas propias que ellos tenían y dotándoles de otras nuevas para que pudieran aguantar o sobrellevar mejor el ingreso en IFEMA. Percibíamos en los pacientes ingresados una estigmatización al haber sido llevados a IFEMA, siendo los primeros días mayor porque pensaban que iban allí para empeorar y/o morir. Esto se fue diluyendo al comprobar que comenzaban las altas y que cada día era mayor el número de pacientes dados de alta.
4) Las intervenciones con profesionales fueron pocas pero intensas, la necesidad de sentirse apoyados y escuchados validando sus emociones y dándoles pautas de autoayuda hizo que posteriormente acudieran a los grupos de terapia para profesionales que desarrollamos a partir de junio en la central con todos aquellos sanitarios que quisieran participar. Animo así a acudir a estas sesiones, a utilizar este refuerzo psicológico que puede seguir siendo necesario en un futuro.
5) La colaboración con los Psicólogos de Cruz Roja, SAMMUR y Justicia fue muy positiva, aprendimos a trabajar con tenacidad, rigor y buen método uniendo a esto el mejor talante desde el punto de vista humano. Ha sido una experiencia excepcional de cómo se puede trabajar conjuntamente en situaciones de emergencia sanitaria.
6) EL servicio de Psicología del 112 está compuesto por 6 Psicólogas y 6 Técnicos sanitarios. Nuestro día a día nos hace trabajar como Equipo en cada intervención que realizamos. En IFEMA esto generó, aún más si cabe, una coordinación con ellos crucial para llevar adelante el trabajo que nos habían encomendado. Por ello mantener un grupo de técnicos constantes en el Servicio es básico para el buen desarrollo de nuestro Protocolo de actuación ya que se genera una especialización por parte de ellos en cómo apoyar nuestras intervenciones y como trabajar en Equipo.
6) Futuro sobre nuevas intervenciones psicológicas en una crisis sanitaria epidemiológica
Tras los últimos acontecimientos, nuevos rebrotes después de tener al país en una fase de alarma durante 3 meses, es previsible que se pueda reproducir una situación parecida a la que hemos vivido durante la pandemia. Confiemos que no tan grave.
Por ello es necesario que nos planteemos cómo podríamos efectuar un nuevo Servicio de Psicología en un hospital solo de pacientes COVID u otro virus o pandemia que pueda ocurrir.
Mantendríamos las intervenciones con pacientes en pabellón y con familiares preexitus presenciales con las medidas de protección adecuadas como las hemos tenido durante nuestra trabajo con el 112, donde no nos ha faltado ninguna medida de protección.
En cuanto a las intervenciones telefónicas con familiares aumentaríamos estas intervenciones focalizando las peticiones no solo desde médicos informadores y hospitales de la red pública sino también con médicos de control de pabellón y admisión.
Sería necesario realizar una labor de sensibilización con los profesionales sanitarios, con mayor proximidad hacia ellos (buscar sitios de descanso, por ejemplo, para promover el acercamiento) y con seguimientos diarios a todas las unidades que tuvieran intervenciones directas con pacientes COVID, siendo nosotras que mantuviera el seguimiento. Este aumento debería ser un objetivo central.
Deberíamos mantener nuestro servicio de urgencias y emergencias al completo, es decir, sin restricciones por una nueva encomienda de servicio, pudiendo estar próximos al resto de compañeros de los distintos dispositivos.
Finalizar diciendo que ha sido una experiencia sin precedentes, única y muy positiva de cómo la intervención psicológica para pacientes, familiares y sanitarios puede ser de gran ayuda en situaciones sanitarias de gravedad como la que estamos pasando.