El siguiente artículo lo firman de forma conjunta Pere Camprubí i García, Antonio Luís Segura Iglesias, presidente de la Conferencia Española de Decanos de Biología, y Antonio Palomeque Peinado, decano del Colegio Oficial de Biólogos de Extremadura.

Los ámbitos académico y profesional de la Biología somos caras de una misma moneda. Ciertamente, nuestras funciones sociales son distintas pero complementarias; esto último es factible, en la medida que ambas partes seamos capaces de comprender cuáles son los intereses legítimos de la otra y, por tanto, no obstaculicemos la consecución de dichos intereses, sin que ello signifique claudicar y abandonar las propias metas concretas.

Lograr el mantenimiento de ese equilibrio, siempre inestable, es un arte. Y, en tanto que arte, no caben recetas aplicadas mecánicamente, sino que se requiere sensibilidad, comprensión y diálogo continuado y transparente, sin engaños ni ocultaciones de las actividades propias.

En Biología, Universidad y Profesión ya tenemos unas cuantas décadas de trabajo en común. Primero de manera informal, a principios de la década de los 80 del siglo pasado. Después, a través de la constituida Conferencia Española de Decanos de Biología (CEDB), en la que el Colegio Oficial de Biólogos (COB) se integró y después dio paso al Consejo General de Colegios Oficiales de Biólogos (CGCOB).

Los casi cuarenta años de trabajo en común nos llevan a plantear algunas reflexiones, que exponemos en este artículo:

1 – El análisis de la experiencia común


Nuestras facultades de Biología y Ciencias y nuestros colegios de biólogos no conforman una realidad objetiva, sino una constelación de situaciones muy diversas, con recursos humanos y materiales muy distintos.


"Hay colegios de biólogos en cuyo ámbito territorial no hay ninguna facultad de Biología o Ciencias, mientras otros colegios de biólogos conviven con hasta cinco facultades, nada homogéneas entre sí"


Además, la relación entre ambos ámbitos también es muy dispar, ya que hay colegios de biólogos en cuyo ámbito territorial no hay ninguna facultad de Biología o Ciencias, mientras otros colegios de biólogos conviven con hasta cinco facultades, nada homogéneas entre sí.

Así pues, la relación biunívoca entre uno y otro ámbito no tiene nada que ver en unos u otros territorios.

Sólo un par de preguntas. ¿Vale la pena hacer el esfuerzo para mejorar esta relación? ¿Cómo?

2 – ¿Qué biólogos necesita la sociedad?


No sabemos cuáles son los resultados de este análisis; pero sí sabemos que no se trata de establecer qué tipo de biólogos conviene a los colegios de biólogos ni qué tipo de biólogos las facultades/secciones de Biología consideran que deben formar.

El análisis correcto ha de permitir establecer qué capacidades y habilidades debe tener el biólogo de una Sociedad, como la nuestra, en proceso de transformación digital, abocada a combatir el cambio climático y la consiguiente pérdida de Biodiversidad, problema que repercute en la Salud Pública y en la Economía.

Las preguntas son muchas. A modo de ejemplo, se nos ocurre plantear cuáles son los grados a implantar, cuáles son sus relaciones con el mercado…

3 – El marco: la Agencia Europea de Capacidades


Finalmente, aquel análisis no puede olvidar el marco europeo del que nuestra Sociedad forma parte. En este caso, vale la pena auscultar qué plantea la Agencia Europea de Capacidades. De la docena de acciones que las Sociedades europeas deben llevar a cabo, solo citamos algunas, como:
  • Tener al día qué capacidades demanda nuestra Sociedad, considerada desde el punto de vista territorial.
  • Ofrecer una formación para el ejercicio profesional flexible, que sea adecuada para la era digital y la transición ecológica.
  • Involucrar directamente a las universidades en esta tarea de actualizar las capacidades profesionales de sus egresados.
  • Vincular estas capacidades a las transformaciones digital y verde.
  • Aumentar el número de titulados en disciplinas científico-tecnológicas.
  • Apostar por la formación en capacidades transversales, como la cooperación, el pensamiento crítico, las alfabetizaciones mediática, financiera, ambiental, sanitaria...
  • Establecer una formación continuada, acompañada de un sistema de acreditación de los resultados de dicha formación.
La tarea es ardua. Solo hace falta que haya la suficiente voluntad para llevarla a cabo. Sabemos que es posible hacerlo, que no planteamos una utopía, porque en estos 40 años de historia en común, nuestros respectivos ámbitos, académico y profesional, hemos logrado metas importantes para la Biología en España, sobre todo en los campos de la Sanidad y realización de Proyectos. Por nuestra parte, estamos listos para ello, codo con codo con los que se sumen al debate propuesto, que no tiene por qué comprometer a las estructuras existentes.