Atrás quedaron las vacaciones de verano. Toca volver a la realidad cotidiana y recuperar el ritmo habitual de trabajo. La sensación de cierta tristeza, ansiedad e inquietud ante el nuevo curso o las modificaciones que pueda haber en el puesto de trabajo, es algo frecuente.
No existe ningún remedio que pueda evitarlo. Simplemente es cuestión de pasar un breve periodo de adaptación. Sin embargo, la consejera de Salud debe haber sentido especial desazón cuando a la vuelta de vacaciones le esperaban problemas que intencionalmente dejó sin resolver. Y es que son múltiples las asignaturas pendientes porque la consejera no se enfrentó al preceptivo examen.
Cuando la realidad te recuerda que no hiciste tu trabajo cuando debías, la desazón debe ser inmensa. Sin embargo, la consejera de Salud deberá enfrentarse ahora a la realidad del sector del Transporte Sanitario.
Nuevo modelo de transporte sanitario
Desde la implantación en 2015 del nuevo modelo de Transporte Sanitario en Cataluña, los problemas han sido constantes y recurrentes. El informe de AQuAS (1) de mayo de 2016 ya reflejaba, entre otros problemes, un incremento de las quejas de los usuarios (que en el periodo de Febrero-Marzo de 2016 casi duplicaba el número de quejas del mismo periodo del año anterior); la disminución de la capacidad de gestión y de adaptación de los territorios sanitarios, o una disminución de la capacidad de resolución sobre todo en las zonas rurales. Aunque los profesionales consultados por este informe también identificaban la implantación del nuevo modelo como una oportunidad de mejora, la realidad es que estamos a finales de 2019 y las mejoras ni se han visto, ni se las espera. Prueba de la poca voluntad en implementar mejoras es que el informe de 2016 no se ha reproducido, evitando así dejar en evidencia a los responsables de este sistema.
Además de los problemas que genera el actual modelo para los profesionales y los usuarios, los sindicatos representativos de los trabajadores han denunciado continuas vulneraciones de las condiciones de los pliegos de adjudicación y muchas otras vulneraciones de sus condiciones laborales que les han llevado a convocar diversas huelgas.
La última convocatoria realizada de forma conjunta por todos los sindicatos del sector estaba prevista para este mismo 11 de septiembre. Fue desconvocada in extremis a última hora del día 9 de septiembre con la mediación del Tribunal Laboral de Cataluña, aceptando las empresas unas subidas salariales "a cuenta del futuro convenio", es decir, con carácter provisional y dejando muchas otras cuestiones sin resolver.
Problemas estivales
Ejemplo de las múltiples problemáticas que llevan pendientes mucho tiempo son los más de cuatro meses que lleva sin operar uno de los Vehículos de Intervención Rápida (VIR) previstos para la ciudad de Barcelona, o que muchos días otros vehículos de todo el territorio de Cataluña (incluidas ambulancias medicalizadas) no estén operativos durante todo el horario previsto. Sirva de ejemplo que el pasado 20 de julio la ciudad de Barcelona solo dispuso de 2 de las 6 unidades de Soporte Vital Avanzado (con médico/a, enfermero/a y técnico/a), cuando debían estar operativas en el turno de día.
Las denuncias sindicales también hacen referencia a contrataciones irregulares de profesionales. Por ejemplo, la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de Cataluña con fecha del 3 de junio emitió informe relativo al expediente 8/0021963/18 en el que se analizan los contratos de 18 trabajadores de una de las empresas adjudicatarias, señalando que en 14 de ellos los trabajadores ya habían prestado servicios para la empresa (en un caso durante casi cuatro años) antes de realizarles un contrato en prácticas; en dos casos la empresa no fue capaz de aportar a la inspección el título profesional habilitante para realizar el contrato alegando que esas personas ya no estaba contratadas en el momento de la inspección y, lo que es mucho más grave, en los otros dos casos se pudo constatar que los trabajadores habían sido contratados antes de disponer del título profesional correspondiente. Uno de ellos estuvo dos años trabajando sin titulación, el otro un año. Como consecuencia de todas estas irregularidades, la Inspección de Trabajo ha realizado una liquidación provisional por las cuotas impagadas a la Seguridad Social que asciende a 104.252,98 euros.
En otra de las empresas adjudicatarias, la inspección de trabajo también ha encontrado contrataciones irregulares, en concreto contratos temporales para trabajos estructurales que requieren de un contrato fijo.
Tampoco hay que obviar las quejas de las empresas adjudicatarias por incumplimientos del Departament que, siguiendo la rutina victimista del nacionalismo, culpará a otros. Es decir, a Madrid.
Han sido muchas las iniciativas parlamentarias, mociones, propuestas de resolución y preguntas al Govern que hemos realizado desde el Grupo Parlamentario de Ciutadans, pero la problemática persiste o se agrava ante la inacción y dejación de funciones del Govern. La Consejería de Salud tiene muchas asignaturas pendientes. El Transporte Sanitario es una de ellas y la pregunta es: ¿hasta cuándo?