La aplicación de la homeopatía como terapia alternativa a la Medicina sigue levantando ampollas. Muchos, principalmente profesionales del mundo sanitario, son los que consideran estos tratamientos como una estafa, ya que ponen en peligro la salud de quienes los practican.
A esta corriente de pensamiento se ha sumado una nueva voz cantante. La de J.M. Mulet, doctor en Bioquímica y Biología Molecular, que recientemente ha publicado su obra Medicina sin engaños para desenmascarar todas aquellas disciplinas que se aprovechan de la palabra ciencia para colocar sus productos en el mercado, tal y como explica en una entrevista al periódico La Vanguardia.
“Siempre ha habido personas supersticiosas, que no les gusta el número 13 o que no quieren pasar por debajo de una escalera. Y ese pensamiento mágico, que no es racional, también se puede aplicar en la medicina”, relata Mulet. “Ahora en las farmacias tenemos productos de homeopatía. Hace 20 años lo que había eran pulseras magnéticas. Y de aquí a 20 años seguramente no habrá homeopatía, habrá otra cosa. Pero los medicamentos que sí que funcionan no están sujetos a modas”.
El facultativo, que tacha “placebos” las prácticas de la homeopatía y alerta a la población de que estos tipo de productos tienen apariencia muy similar a los originales, pero con la salvedad de que no han pasado ningún control ministerial, ni se guían por la ley del medicamento ni hablan de efectos secundarios. “Son pastillas de azúcar que pueden costar hasta 15 euros. Es el azúcar más caro del mundo”.
Unas terapias que mueven millones de euros en todo el mundo, y a las que se han sumado adeptos con rostros muy conocidos como Steve Jobs, el fundador de Apple, que optó por tomar zumos de frutas para tratar el tumor que padecía y, cuando decidió cambiar de opinión, ya era demasiado tarde, como explicó para el Diario Vasco.
Con su libro, J.M. Mulet recobra la polémica que hay en torno a estas pseudociencias, haciendo reflexionar al público de si las enfermedades se curan con la Medicina moderna o, por el contrario, prefieren guiarse por terapias orientales, entre otras.