Tras la victoria del Dr.
Tomás Merina en las elecciones del
Colegio de Médicos de Madrid, escribo este artículo y lo inicio con esta frase de
Voltaire: Quien se venga después de la victoria es indigno de vencer”, algo que nunca hará quien es un
líder honesto y que respeta a los médicos, a todos los médicos, quien sabe ganar y lo hace bajo el lema de un “
ICOMEM para todos”.
Ganar las elecciones en un
colegio de médicos es un logro significativo que implica la confianza de los colegiados y un compromiso con la mejora de la profesión. Sin embargo, la verdadera prueba del liderazgo comienza después de la victoria. Gestionar de manera efectiva este triunfo es esencial para cumplir con las promesas, fortalecer la
comunidad médica y mantener la legitimidad ante los colegiados.
Hay claves para una gestión exitosa tras asumir el cargo. Algunas de las ideas fuerza son la que desarrollaré a continuación.
Construcción de un liderazgo inclusivo
El liderazgo inclusivo es fundamental. Aunque se haya ganado con el apoyo de una mayoría, es necesario trabajar para representar a todos los miembros del colegio, incluidas las voces de la oposición. Esto implica fomentar el diálogo abierto, crear espacios donde los médicos puedan expresar sus inquietudes, integrar perspectivas diversas, incluir en los comités o grupos de trabajo a colegas que no necesariamente compartan las mismas ideas. Son mínimos que se deben entender como obligados para quién gana y lo hace siendo consciente de que todos somos médicos,
compañeros de trabajo y de viaje.
Un enfoque inclusivo fomenta la
cohesión y reduce las divisiones internas, fortaleciendo la institución.
Priorización de promesas y metas
La victoria electoral suele estar acompañada de un programa ambicioso de propuestas. Tras la elección, es vital establecer un
plan de acción realista.
Jerarquizar objetivos: determinar qué iniciativas son urgentes y cuáles pueden esperar. Establecer plazos claros: crear un cronograma para cumplir compromisos, con metas alcanzables en el corto, medio y largo plazo.
Transparencia en la gestión: comunicar regularmente los avances y desafíos encontrados.
Comunicación transparente y continua
La confianza en el liderazgo se refuerza mediante una comunicación abierta. Esto incluye:
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Publicar informes periódicos sobre las actividades realizadas y los logros obtenidos.
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Utilizar herramientas digitales y tradicionales para llegar a todos los médicos.
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Convocar asambleas o reuniones regulares para responder preguntas y recibir retroalimentación directa.
Gestión del cambio y resiliencia institucional
Los colegios médicos enfrentan múltiples retos, desde los cambios en las
políticas de salud hasta las
demandas éticas y profesionales. La capacidad para gestionar el cambio es clave para el éxito del mandato.
Adaptación a
nuevos desafíos, identificar tendencias y responder de manera proactiva. Promoción de la
formación continua y facilitar la
capacitación de los médicos para afrontar las demandas actuales de la
Medicina.
Creación de
alianzas estratégicas y establecer vínculos con otras instituciones para ampliar recursos y oportunidades (aquí entra mi sueño de ver algún día la creación de la
Asociación Médica de Madrid, constituida por la unión del
Colegio, las
Sociedades Científicas y el
Sindicato profesional).
Fomentar la participación de los colegiados
Un colegio de médicos fuerte depende de la
participación de sus colegiados. Esto se puede lograr mediante incentivos para la colaboración: ofrecer beneficios a quienes se involucren en proyectos, siempre claros y de acceso universal y transparente.
Fomentar la
innovación creando plataformas donde los médicos puedan proponer ideas y proyectos para mejorar el colegio.
Reconocimiento al mérito destacando los logros individuales y colectivos para motivar a los colegiados.
Ética y transparencia como pilares de la gestión
Finalmente, la
ética debe ser la base de todas las decisiones. Un liderazgo transparente y honesto no solo fortalece la imagen del colegio, sino que también genera
confianza duradera entre sus miembros.
Auditorías regulares e implementar mecanismos de
control financiero y operativo. Evitar conflictos de interés y tomar decisiones basadas en el bienestar colectivo.
Gestionar la victoria electoral en un colegio de médicos es una oportunidad para transformar el
compromiso electoral en resultados tangibles.
Un liderazgo inclusivo, ético y orientado a resultados no solo garantiza el éxito de la gestión, sino que también refuerza la confianza y la
unidad del colectivo médico.
Con una comunicación efectiva, metas claras y una visión a largo plazo, el nuevo equipo directivo podrá dejar un legado significativo en beneficio de todos los colegiados y de la sociedad en general.
Termino volviendo a mencionar la frase de Voltaire, recordando que no cabe la venganza, más allá de la
obligada denuncia si hay situaciones que lo requieran.