El
23 de marzo de 2018 es una de las fechas que han quedado marcadas en rojo en nuestro calendario. Fue el día en el que los responsables políticos de este país entendieron que había que
visibilizar una necesidad básica: la conciliación.
El Consejo de Ministros acordó entonces establecer el 23 de marzo como
Día Nacional de la Conciliación de la vida personal, familiar y laboral y la Corresponsabilidad para concienciar a toda la sociedad de la importancia de conjugar la vida familiar, la vida laboral y la vida personal.
Conciliar significa encontrar la fórmula para compaginar estas tres dimensiones de la vida de forma satisfactoria. Tengas hijos o no, vivas solo, teletrabajes, estés soltero o casado, tengas 30 o 50 años… Sea cual sea tu situación personal, lo que está claro, es que
el tema de la conciliación también va contigo. De ahí que exija un enfoque desde la CORRESPONSABILIDAD implicando a: familias, empresas, administraciones públicas, sindicatos y también a las trabajadoras y los trabajadores, que deben
ejercitar su derecho a la conciliación de forma responsable.
¿Pero qué ocurre con este derecho a conciliar cuando tu trabajo es cuidar, como el caso de las enfermeras? ¿Cómo garantizar la prestación de cuidados las 24 horas del día los 365 días del año y la vida familiar y personal satisfactoria de los trabajadores que los prestan? ¿Disfrutan las enfermeras de ese derecho a conciliar en España? En 2018 el
Barómetro de Conciliación Enfermera de FUDEN puso de manifiesto que
las enfermeras en España no concilian, que
el sexo parece una variable clave para la exposición a
condiciones más negativas y precarias, con peores remuneraciones y escaso reconocimiento social.
"La conciliación es un derecho continuamente vulnerado para las enfermeras"
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¿Qué ha ocurrido durante el 2020 con el incremento de las necesidades de cuidados originadas por la pandemia y sin recursos ni servicios para conciliar? Las principales conclusiones del Barómetro de Conciliación Enfermera de FUDEN en el 2020 indican que
la pandemia ha mermado la fuerza laboral de los profesionales de enfermería: se hizo casi imposible cumplir con las obligaciones y demandas de cuidados (y autocuidado) dentro y fuera del puesto de trabajo; además de la sobrecarga emocional a la que están expuestas.
La conciliación es un derecho continuamente vulnerado para las enfermeras.
Las enfermeras
necesitamos continuar avanzando en la protección y promoción de este derecho a la conciliación. No es un problema individual sino que es una cuestión política y social. No puede depender de las circunstancias ni de las necesidades del servicio ni del azar, que se impulse la Conciliación Enfermera desde ese enfoque de CORRESPONSABILIDAD desde la familia, la administración y las empresas. Si
#YotecuidoTúmecuidas. Esto es Corresponsabilidad.