En 2015, la Inspección de Servicios Sanitarios de Andalucía dispuso de un presupuesto de casi
10,5 millones de euros, sin contar con el coste del apoyo de las Delegaciones Territoriales de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, estimado en
12,5 millones de euros, y del personal de Atención Primaria del Servicio Andaluz de Salud, valorado en
75 millones de euros.
Buena parte de ese gasto viene sufragado por un fondo específico de la Administración General del Estado (
51 millones de euros) en compensación por la tarea de gestión de los servicios de asistencia sanitaria vinculados a la Incapacidad Temporal: casi un
6 por ciento del tiempo de las consultas de los médicos de Atención Primaria son para la exploración y seguimiento de esta prescripción terapéutica de reposo laboral.
Pero la Inspección de Servicios Sanitarios es mucho más. Es un instrumento, el más especializado, al servicio de las autoridades sanitarias para la tutela efectiva del derecho a la salud de los ciudadanos. Y es una especialidad de la administración para llevar a cabo lo que dispone la ley en cuanto a control de los centros, servicios y establecimientos sanitarios.
"Nuestro trabajo tutela el derecho a la salud de todos los ciudadanos"
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Los inspectores médicos, farmacéuticos y subinspectores son especialistas en la tarea de hacer efectivo el derecho de la ciudadanía a la igualdad, accesibilidad, universalidad, calidad y eficiencia de la atención sanitaria. Al mismo tiempo, los inspectores médicos, farmacéuticos y enfermeros son especialistas en el derecho a la protección de la salud, a una asistencia sanitaria pública y privada de calidad, a una adecuada atención social y económica frente a la enfermedad.
En la estructura de niveles de los servicios de salud (Primaria, especialidades, hospitales...), públicos y privados, y dada la complejidad que conlleva la organización de los centros sanitarios, se precisa una visión transversal, multidisciplinar e integradora de las diferentes estrategias y actuaciones del sistema sanitario.
Desde la Inspección de Servicios Sanitarios de Andalucía venimos evaluando anualmente determinados aspectos de los contratos-programa suscritos entre la Consejería de Salud y el proveedor de los servicios, el Servicio Andaluz de Salud. El paso siguiente va ser dar cumplimiento a lo establecido en el artículo 20.4 de la Ley de Salud de Andalucía, que textualmente expresa que: "Así mismo, serán objeto de evaluación, seguimiento e intervención por parte de las autoridades sanitarias en materia de asistencia sanitaria individual:
la eficacia y eficiencia de las diversas unidades asistenciales de los centros, servicios y establecimientos adscritos funcionalmente al Sistema Sanitario Público de Andalucía".
Esta actividad también está recogida en el decreto que regula la Inspección de Servicios Sanitarios en Andalucía y será ejercida por quienes tienen la consideración de agentes de la Autoridad Sanitaria, utilizando técnicas de auditoría. Y en el Plan Andaluz de 2016.
Así, estamos abordando como prioridad el reto de la formación continua, de la capacitación permanente,
de hacernos más competitivos y de adecuar nuestra formación a las necesidades de una sociedad en evolución, en la que los cambios se suceden rápidamente y de cuyo ritmo de avance no podemos despegarnos.
Una capacitación profesional orientada a
poder afrontar cualquier reto que se nos plantee y a reafirmar la necesidad de que el Sistema Nacional de Salud cuente con un potente medio no sólo de inspección o control normativo, sino también con un instrumento de evaluación que garantice a los ciudadanos la equidad, la solidaridad y la calidad del servicio público de salud. Ese instrumento, en manos de la autoridad sanitaria, no puede ser otro que la Inspección de Servicios Sanitarios.