Guillermo Sierra, en su consulta en el Hospital Sanitas La Zarzuela.
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María Márquez / Imagen: Miguel Ángel Escobar.
El traumatólogo recuerda con nombres y apellidos a cada uno de los médicos que le han marcado desde su niñez en Santander. Uno destaca sobre todos: su profesor de Patología Quirúrgica en Valladolid, Hipólito Durán. Con él aterrizó en el Madrid de los 70 y descubrió su faceta colegial, que cambiaría su vida.
Sierra repasa con ‘Revista Médica’ alegrías y decepciones como protagonista de diversos momentos clave para la profesión.
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