Redacción. Madrid
La Organización Médica Colegial (OMC) no se ha 'mojado' tras la propuesta del Colegio de Médicos de Barcelona (COMB) sobre la suspensión del ejercicio profesional a todos los médicos ‘antivacunas’. Concretamente, ha sido el secretario general de la OMC, Juan Manuel Garrote, quien ha rechazado la propuesta del COMB de suspender de empleo a estos facultativos, y ha defendido que en ocasiones puede haber argumentos científicos que demuestren que algunas vacunas no son del todo necesarias.
Juan Manuel Garrote, secretario general de la OMC.
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Desde la OMC defienden que "no hay palabras tótem y decir vacuna no es decir beneficio siempre", según ha explicado Garrote, que considera necesario tener en cuenta los "argumentos científicos" que rodean a cada vacuna antes de recomendar su uso. Asimismo, ha reconocido que si se abriera la puerta a todas las vacunas que se desarrollan "no habría ocho ó nueve, sino 50 o 60" y ha dudado de que todas sean necesarias.
"Vacunar frente a enfermedades inocuas o leves que no van a producir ningún tipo de patología grave puede parecer exagerado", ha manifestado Garrote, que también ha recordado las dudas sobre algunas vacunas se sustentan en situaciones pasadas como la de la gripe A, cuando se desarrolló una protección "que dejó mucho que desear".
Según el secretario general de la OMC, no se debe "meter en el mismo saco" a los grupos antivacunas y a los médicos que "argumentan en determinadas vacunas determinados comportamientos". "Al médico hay que pedirle que cumpla con su responsabilidad como médico, y si convence a un paciente de que use un medicamento contrario a su salud, o que no lo use, es castigable deontológicamente, pero generalizar es malo", ha defendido.
Además, ha pedido que las autoridades sanitarias se basen en criterios científicos a la hora de autorizar o financiar las vacunas, y ha aclarado que en ocasiones los políticos son "asustadizos en momentos de crisis" y ante la alarma social "se olvidan de preguntar a los que saben" y toman decisiones sin contar con el apoyo de los profesionales.
Del mismo modo, también ha abogado por "olvidarse de la parte de beneficio económico" que tienen estos medicamentos para la industria y "preocuparse de la salud de los pacientes". En este sentido, ha destacado que los profesionales sanitarios también deben "desvincularse" de la industria para evitar conflictos de intereses, tanto a la hora de recomendar medicamentos como al participar en la publicación de guías de práctica clínica.
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