Redacción. Bilbao
La diálisis peritoneal continua ambulatoria ha mostrado ser una prometedora alternativa terapéutica para los pacientes con insuficiencia cardiaca refractaria resistente al tratamiento convencional con diuréticos. La aplicación de esta técnica en un grupo de 40 pacientes del Hospital Clínico de Valencia ha logrado reducir de forma significativa los ingresos hospitalarios y la mortalidad asociada a esta enfermedad, a la vez que mejorar la calidad de vida de los pacientes, según se ha puesto de manifiesto en el Foro “DPCA en el tratamiento de la insuficiencia cardiaca refractaria” organizado por Fresenius Medical Care y celebrado en el marco del XLIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Nefrología.
Alfonso Miguel, jefe de Servicio de Nefrología del Clínico de Valencia. |
La insuficiencia cardiaca es un fenómeno crónico con una incidencia y prevalencia en aumento, asociada a una elevada mortalidad en la población general y al aumento de las tasa de ingreso hospitalario. A pesar de los avances realizados, la tasa de mortalidad global a los ocho años alcanza el 80 por ciento de los pacientes. Los expertos estiman que unos 23 millones de personas en todo el mundo presentan una insuficiencia cardiaca y, en España, la padecen alrededor del 20 por ciento de los pacientes de entre 70 y 80 años, siendo la principal causa de hospitalización en los mayores de 65 años.
El tratamiento con diuréticos suele ser la herramienta más útil para eliminar el exceso de fluidos, pero en los últimos años la insuficiencia cardiaca refractaria que no responde al tratamiento ha ido en aumento.
Esta situación ha llevado al uso de nuevas estrategias para la eliminación de los líquidos sobrantes del paciente con insuficiencia cardiaca, siendo una de ellas la diálisis peritoneal. En este punto, los servicios de Nefrología y de Cardiología del Hospital Clínico de Valencia han sido pioneros en hacer uso de esta técnica observando mejoras significativas en tasa de reingresos, morbimortalidad, capacidad funcional y calidad de vida.
En opinión de Alfonso Miguel, jefe de Servicio de Nefrología del citado centro hospitalario, “existen situaciones clínicas en las que la Nefrología puede aportar mucho a la estrategia de tratamiento integral del paciente cardiaco. Así, la inclusión de pacientes con insuficiencia cardiaca refractaria en un programa de diálisis se ha asociado a una significativa mejoría en los parámetros de calidad de vida, funcionales y bioquímicos a los 45 días y se ha prolongado por un periodo de seis meses.
En dicho periodo se han reducido los reingresos por retención de líquidos, disnea y edemas pulmonares”.
Estos resultados preliminares del grupo, analizados durante los últimos cuatro años, sugieren que la diálisis peritoneal podría desempeñar un papel importante en el manejo de la insuficiencia cardiaca congestiva, una situación donde en la actualidad no se cuenta con estrategias terapéuticas de eficacia contrastada.
De hecho, tal y como ha precisado Julio Núñez, especialista del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico de Valencia, “durante el seguimiento a largo plazo se observó una reducción del riesgo relativo de más del 50 por ciento en episodios adversos clínicos tales como muertes y reingresos en aquellos pacientes incluidos en un programa de diálisis peritoneal continua ambulatoria”.
Avances específicos en la sobrecarga hídrica
Tal y como han subrayado los expertos del hospital, con el uso de esta técnica parece que se está avanzando en uno de los principales retos en el tratamiento de los pacientes con insuficiencia cardiaca refractaria, la sobrecarga hídrica. La ausencia de respuesta al tratamiento estándar ha llevado a utilizar nuevas estrategias para la eliminación del exceso de sodio y agua de los pacientes, partiendo de una técnica validada por la Nefrología como es la ultrafiltración continua mediante diálisis peritoneal.
Este centro ha sido uno de los primeros centros en protocolizar el uso de la diálisis peritoneal para este grupo de pacientes y los servicios de Nefrología y de Cardiología abogan por extender la técnica a un mayor número de pacientes, lograr que otros centros se sumen a la investigación para validar la técnica mediante estudios aleatorizados.