Según revelan los datos de un estudio epidemiológico

El 'Código Infarto' baja 16 puntos la mortalidad en San Juan de Alicante
El cardiólogo Alberto Cordero.


19 ago. 2016 17:00H
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POR REDACCIÓN
El Código Infarto, estrategia para el tratamiento del síndrome coronario agudo (SCA) en el Servicio de Cardiología del Hospital San Juan de Alicante, ha permitido reducir la mortalidad hospitalaria de los pacientes de alto riesgo del 38,8 al 22,4 por ciento desde 2013.

La Consejería de Sanidad Universal y Salud Pública ha dado a conocer este viernes los datos de una investigación para evaluar los beneficios que ha aportado la implantación del Código, que actúa en el centro desde 2013 y que supone la atención urgente al infarto las 24 horas para los hospitales de San Juan de Alicante, Hospital de Dénia y Marina Baixa, en la Vila Joiosa.

Los principales resultados apuntan, en efecto, a una reducción significativa de la mortalidad hospitalaria de los pacientes de alto riesgo, pasando del 38,8 al 22,4 por ciento, y una reducción en un día de media del tiempo de estancia hospitalaria.

El trabajo, cuyo investigador principal es el cardiólogo Alberto Cordero, se ha publicado en la Revista Española de Cardiología, que edita la Sociedad Española de Cardiología (SEC), y pretende describir el cambio en el perfil clínico, el tratamiento y el pronóstico de los pacientes atendidos por SCA en el centro tras la implantación del Código Infarto.

Esto se hace siguiendo las recomendaciones de la SEC, según la cual la creación de un nuevo plan asistencial del infarto debe acompañarse de una evaluación de sus resultados.

Comparación entre grupos antes y después del Código

En este estudio se compararon los resultados obtenidos en manejo clínico, revascularización y mortalidad de los dos años antes del Código Infarto y el primer año de actividad tras su instauración. Se incluyó a 1.210 pacientes y, aunque la media de edad fue similar en ambos periodos (68 años), se observó que los casos ingresados en el segundo (tras la creación del Código Infarto) presentaban un cuadro de mayor gravedad.

“Esto puede deberse a distintos motivos, como pueden ser que ninguno de los pacientes a los que se les realiza una angioplastia primaria han tenido que ser trasladados a otros centros desde la implantación del Código Infarto”, ha explicado Cordero.

Pero “también, una mayor sensibilidad diagnóstica por parte de los profesionales, consecuencia de la campaña formativa sobre criterios diagnósticos y terapéuticos que se ha llevado a cabo con los servicios implicados”, ha añadido para precisar que, en todo caso y “pese a tratarse de pacientes más graves, el tiempo de ingreso medio hospitalario se redujo en un día”.

Otro de los beneficios que se observan tras la llegada del Código Infarto es la reducción del tiempo hasta la realización del cateterismo, lo cual ha llevado a un aumento del 13 por ciento de los pacientes revascularizados antes de las 48 horas, pasando del 65,4 por ciento de los pacientes al 78,6.
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