Ricardo Martínez Platel
La presidenta del Colegio de Médicos de La Rioja, Inmaculada Martínez Torre, se ha marcado como meta conseguir que la entidad esté más profesionalizada y que se convierta en un foro de encuentro entre los diferentes agentes que componen la sanidad riojana. Recién iniciada la nueva legislatura, que concluirá en 2016, ha señalado a Redacción Médica las líneas por donde quiere que discurra su mandato.
Inmaculada Martínez Torre, presidenta del Colegio de |
¿Cuáles son los principales objetivos que se ha planteado para la presente legislatura?
Tenemos muchos, pero fundamentalmente lo que pretendemos es profesionalizar el Colegio y ser el foro de toda la profesión en La Rioja. La inercia que ha habido unos años de que los médicos no se acercaran a la institución la hemos conseguido revertir con una participación importante que tenemos ahora. Hay que tener perspectiva e ilusión por saber qué es lo que la gente quiere. Además de que les ofrezca servicios y ser garante de la buena práctica, lo que buscan es que sea un lugar de encuentro de las asociaciones de pacientes y de las sociedades científicas. También vamos a hacer un seguimiento para el control de calidad, a través de un observatorio que esté muy pendiente de cómo afectan los recortes y el contexto de crisis en la actividad asistencial.
El Colegio de Médicos ha acreditado por primera vez a diez profesionales que ejercen la Medicina Estética, ¿cuál ha sido la razón?
Es un área funcional que no está dentro de la formación de la especialidad MIR y sus profesionales estaban un poco en el aire y hemos establecido una comisión con la Universidad, la Consejería y con la Sociedad Científica de Estética para establecer un baremo mínimo de acreditación. En este caso la han superado diez licenciados que estaban ejerciendo desde hace años y están muy preparados.
¿La intención es que crezca su seguridad jurídica?
La idea es salvaguardar su ejercicio profesional y la calidad de sus actos. En el marco jurídico muchas veces el médico está un poco desorientado y pretendemos ofrecer una cobertura jurídica ante agresiones o procedimientos jurídicos, dado que con la reciente Ley de Tasas los casos van a aumentar en el ámbito penal.
¿La formación continuada es otro de los pilares básicos de la función del Colegio?
El 60 por ciento del presupuesto está destinado a cursos de formación acreditada y continuada. Tenemos acreditados entre 15 y 20 cursos. Además hemos realizado encuestas entre los colegiados para saber cuáles son sus preferencias.
También han apostado por becas de movilidad.
Somos una comunidad pequeña donde se forma muy bien, pero hay otras áreas de algunas especialidades que obligan a salir fuera y por esta razón hemos implementado becas colegiales.
Han reforzado el protocolo contra las agresiones. ¿Ha surtido efecto?
La sociedad está tan crispada que a veces pagan justos por pecadores. El Colegio actúa de oficio en estas cuestiones. Simplemente con que el colegiado lo notifique, nos presentamos de parte con la Fiscalía. Además hay un observatorio con la Consejería, donde trimestralmente se analizan los casos que hayan podido surgir y se ponen en común. Estamos muy satisfechos, porque somos una de las comunidades donde hay menos agresiones.
¿Qué balance hace la puesta en marcha de la nueva receta médica privada?
Ha tenido una acogida importante. Hemos tenido numerosas peticiones y creo que casi todos los médicos privados la han solicitado y ya la tienen en su poder. La respuesta ha sido muy favorable.
¿Cómo está viviendo el Colegio el contexto de crisis?
El Colegio ha estado abierto a todas las quejas que han llegado de los médicos y así se lo hemos hecho saber a la Administración. Donde más se está sufriendo es en la merma salarial. El facultativo es consciente de cómo está viviendo esta situación la sociedad, pero algunos médicos han visto reducido su poder adquisitivo en un 30 por ciento. La gente está enfadada, sobre todo cuando se ven despilfarros. Esperemos que estas circunstancias sean temporales.
Por tanto, han transmitido este descontento de los colegiados a la Consejería.
Sí. Se lo hemos transmitido por medio de cartas y en las reuniones que hemos mantenido. Hemos estado muy activos en ese sentido, especialmente en la reestructuración de la Medicina Rural que fue un poco traumática principalmente por las formas de la Administración. Había cosas que se podían optimizar y era una cosa pendiente, pero cuando ocurre siempre duele.
¿Qué respuesta han obtenido por parte de la Consejería?
Hemos hablado, aunque evidentemente ellos toman sus decisiones. Tienen la responsabilidad, pero nos han escuchado, aunque a veces no hayan sido respuestas que nos hayan agradado.