Redacción. Logroño
El consejero de Salud y Servicios Sociales, José Ignacio Nieto, ha indicado que la región sigue manteniendo un excedente en donación de sangre, pero que el sistema sanitario necesita de nuevos donantes, especialmente jóvenes, que garanticen el futuro de la donación.
José Ignacio Nieto.
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Acompañado por el director de Atención Especializada del Servicio Riojano de Salud, Carlos Piserra, ha recordado en rueda de prensa, con motivo de la celebración este sábado, del Día Internacional del Donante de Sangre, que el principal objetivo en materia de donación sanguínea no pasa por incrementar el número total de donaciones que se obtienen, sino en la captación de nuevos donantes que permitan garantizar el relevo generacional y sustituyan a aquellos que, generalmente, por edad o por cuestiones de salud, ya no pueden donar.
Nieto también ha hecho hincapié en el cuidado que el Banco de Sangre y sus profesionales ponen en la conservación y transformación de la sangre donada, que desde hace años viene garantizando la suficiencia de este “oro rojo”. Las técnicas empleadas, los procedimientos que se siguen de calidad y de trazabilidad, han conseguido que con 90 por ciento de la sangre donada se cubran las necesidades de sangre de los pacientes riojanos, reduciendo al mínimo los componentes que se quedan sin utilizar por caducidad.
Asimismo, ha subrayado que La Rioja es, por tanto, autosuficiente en sangre, pero ha recordado que “la sangre es un producto perecedero, por lo que para garantizar la cobertura de necesidades es necesario mantener constante el número de donaciones que se realizan a lo largo del año”.
El consejero ha explicado que, a pesar de esta disminución existe autosuficiencia porque las necesidades de componentes sanguíneos dentro del sistema sanitario también han disminuido en relación con años anteriores, especialmente referidas a concentrados de hematíes, plaquetas y plasma. La mejora de las técnicas de fraccionamiento y de conservación alargan la vida útil de dichos componentes, resultados que avalan el buen hacer del Banco de Sangre de La Rioja.
De hecho, incluso con menor número de donaciones en 2013 que en 2012, es posible obtener un mayor número de concentrados de hematíes, gracias a la implantación de procesos que se realiza de manera constante en el Banco de Sangre.
Durante 2013, en La Rioja se obtuvieron un total de 11.295 donaciones de sangre, que sirvieron para obtener, una vez fraccionado en componentes un total de 10.919 concentrados de hematíes, 1.321 unidades de plaquetas y 1.349 unidades de plasma para uso hospitalario. De ellas, se utilizaron en todo el sistema sanitario un total de 10.317 concentrados de hematíes, 741 unidades de plaquetas y 955 unidades de plasma; aproximadamente el 90% por ciento de lo donado. Con el resto de componentes se surtió a otras comunidades que a lo largo del año hicieron diversas peticiones y el resto, una vez superada su fecha de caducidad límite, se desechó.
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