La propuesta sindical se basa en que los Gobiernos de País Vasco y Navarra fijen un SMI propio

Una propuesta sindical propone establecer el SMI alrededor de los 1.654 euros brutos mensuales, lo que aumentaría el salario MIR
El sueldo mínimo interprofesional de Euskadi impactaría sobre los salarios de Osakidetza


17 ene. 2025 17:00H
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El pasado 14 de enero los sindicatos ELA, LAB, ESK, Steilas, Hiru y Etxalde plantearon demandar a las patronales Confebask y CEN un Acuerdo Interprofesional (AI) para establecer un Salario Mínimo (SMI) propio en Euskadi y en Navarra. Una medida que podría influenciar a diferentes categorías del personal sanitario de Osakidetza, como los MIR, los operadores de servicio o los celadores.
 
La propuesta sindical propone establecer el SMI alrededor de los 1.654 euros brutos mensuales, un dato con base en la Encuesta de Pobrezas y Desigualdades Sociales de 2022 y en determinados factores como los estándares de productividad o los niveles de vida. Según han afirmado fuentes del sindicato ESK a Redacción Médica, esta medida estaría “unida” a la situación del Servicio Vasco de Salud, ya que garantizaría, por ejemplo, que los residentes no consigan llegar a los 1.700 euros mensuales “a costa de condiciones laborales muy precarias”.
 
“Si se llevara a cabo esta propuesta existiría una base legal para que, en las diferentes mesas de negociación, los sindicatos pudiéramos tener las herramientas adecuadas para exigir un aumento de masa salarial”, han apuntado. De hecho, concretamente, han explicado que los MIR de País Vasco, sobre todo de primer y segundo año, no tendrían que “acumular más de las dos guardias legales que se permiten para llegar a un sueldo fuera de la ausencia de bienestar”.

Salarios MIR en País Vasco

 
Actualmente, tal y como indica la tabla de retribuciones mensuales netas y brutas de residentes sin guardias en 2023 del Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada, los MIR de primer año reciben una remuneración de 1.379 euros brutos mensuales. Por otro lado, la de los residentes de segundo año se establece en 1.486 euros, mientras que los MIR de tercer año cobran 1.614. Por ello, si el SMI se fijara alrededor de los 1.700 euros brutos mensuales propuestos, los médicos en formación podrían ver incrementado su salario durante los dos primeros años de residencia.
 
Además, ESK ha señalado a este medio que “si se hace hincapié en las tablas salariales de Osakidetza de 2024, los profesionales sanitarios de las clases E, es decir, operadores de servicio o celadores, cobran a día de hoy 1.659 euros brutos mensuales, una cifra que, según han afirmado, se queda a pocos números de esa “ausencia de bienestar”. De esta forma, han incidido en que la subida del SMI debería también “llevar aparejado un aumento considerable de estas percepciones de salarios brutos”.

Acuerdo Regulador de Osakidetza

 
Y no solo eso, ya que motivaría a renovar el Acuerdo Regulador de Osakidetza, “que lleva 17 años caducado”. “No ha habido una negociación real respecto a ese acuerdo y ahora es el momento”, han matizado. De esta forma, han asegurado que esta ILP será “una herramienta fundamental para poder impulsar esa exigencia a Osakidetza”.
 
Por otra parte, desde el sindicato ELA han indicado a este medio que todavía no manejan datos concretos y que lo que sí que aseguran es que se trata de una medida que “afectaría sobre todo a los estamentos más precarios y, exactamente, Osakidetza no es uno de ellos”. Aun así, han hecho hincapié en que la norma afectaría a “cualquier persona que no llegue al salario que se propone desde la organización”.

Subida del SMI en Euskadi y Navarra

 
Desde una perspectiva más general, desde el sindicato ESK han explicado que hay que tener en cuenta que el SMI es “una herramienta de distribución de la riqueza y de cohesión social” que garantiza un nivel de ingresos mínimos para que las personas puedan tener un proyecto de vida digno. De hecho, han puntualizado que la mayoría de los países lo estipulan por ley, tal y como recomienda la Organización Internacional del Trabajo.
 
Según han señalado, la Encuesta de Pobrezas y Desigualdades del año 2022 contempla que, en País Vasco, el umbral de sueldo para que una persona empiece a tener “ausencia de bienestar” se sitúa en 1.654 euros brutos mensuales. “Una realidad que se aleja bastante del establecido en el resto del Estado”, han anotado.
 
Sin embargo, cambiarlo supondría que los Parlamentos autonómicos de Navarra y País Vasco, los dos territorios donde se demandará esa subida, se pongan de acuerdo en establecer su propio SMI. Por ello, la propuesta sindical todavía tendrá que ser analizada por la esfera política autonómica.
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