Redacción. Madrid
El médico que estuvo encargado de atender la macrofiesta de Halloween del 1 de noviembre de 2012 en la que fallecieron cinco jóvenes, Simón Viñals, ha asegurado este martes que intentó reanimar a las jóvenes fallecidas, en contra de lo que establece el juez Eduardo López-Palop, para quien Viñals dio por muertas a las jóvenes sin practicarles maniobra de reanimación.
Los doctores Simón Viñals y su hijo Carlos Viñals.
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Así lo ha confirmado el propio Viñals a su salida de la Audiencia Provincial de Madrid. Viñals, de 77 años, ha afirmado que "por supuesto" hizo todo lo que pudo y sabía. "Se me juzga porque dijeron que estaba en la Sala VIP tomando copas, fíjese la cantidad de cosas que se han dicho", ha afirmado el médico notablemente alterado.
Tras haber reiterado en distintas ocasiones a la prensa su intención de no hacer declaraciones, ha señalado que solo le importa lo que diga el juez.
Así, al preguntarle por la calificación del juez de la enfermería del recinto como un "cuchitril", Viñals Pérez ha señalado que en dicho lugar "no faltaba de nada" y lo ha comparado con el hecho de que un día ocurra un accidente "en medio del campo", donde ha preguntado si habría agua caliente.
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