El Grupo de Alergología del Gregorio Marañón.
19 jul. 2019 15:35H
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El Servicio de Alergología del Hospital Universitario Gregorio Marañón, dirigido por José Manuel Zubeldia, está participando en el desarrollo del primer fármaco para el tratamiento de la alergia al cacahuete mediante inmunoterapia oral.
Se trata de un estudio multicéntrico internacional, el más importante hasta la fecha, en el que han participado más de 550 pacientes de hospitales de Estados Unidos y Europa, de los cuales más de la mitad eran pacientes de entre 4 y 17 años con antecedentes de alergia a este alimento. El trabajo, publicado en The New England Journal of Medicine, ha sido seleccionado como uno de los mejores artículos del año pasado.
El ensayo clínico ‘Palisade’ ha probado un medicamento que aumenta la tolerancia inmunológica al alérgeno. De esta manera, en caso de ingerir accidentalmente cacahuete o alimentos que lo contienen, se evitan reacciones alérgicas impredecibles que en ocasiones ponen en peligro la vida de las personas que padecen este tipo de afección.
Altamente alergénico
“El cacahuete es un alimento muy alergénico ya que produce reacciones alérgicas graves como anafilaxias con mínimas cantidades, siendo los niños, adolescentes y adultos jóvenes los más perjudicados”, aclara Cristina Morales, médico del Servicio de Alergología del Gregorio marañón y una de las participantes del estudio.
Se ha llevado a cabo un tratamiento de inmunoterapia oral, en el que se realiza un proceso de desensibilización, administrando cantidades progresivamente crecientes del alimento hasta llegar a una dosis de mantenimiento que el paciente es capaz de tolerar. Se ha diseñado en cápsulas y sobres que contienen las dosis de proteína de cacahuete adecuadas a cada fase del estudio.
Tolerar trazas ocultas de cacahuete
“Los resultados han sido muy buenos”, según Cristina Morales. “Hasta un 80 por ciento de los niños entre 4 y 17 años que completaron el tratamiento toleraron una dosis de 300 miligramos de proteína de cacahuete, cantidad equivalente a un cacahuete, y un 75 por ciento una dosis de 600 miligramos. Esto se traduce en que el paciente podría tolerar trazas ocultas e ingestas accidentales, que causan reacciones graves frecuentemente”.
Los alergólogos del Gregorio Marañón han sido seleccionados para participar en este ambicioso proyecto por su contrastado conocimiento en el diagnóstico y manejo de los pacientes con alergia a alimentos y por su experiencia clínica en inmunoterapia oral con leche y huevo. En Madrid también han participado los hospitales Niño Jesús y Clínico San Carlos.
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