Regina Plañiol, José Manuel Freire, Carmen San José y Marta Marbán, portavoces, respectivamente, de PP, PSOE, Podemos y C's.
2 mar. 2017 14:30H
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La Asamblea de Madrid ha aprobado este jueves por unanimidad la Ley de Muerte Digna. El texto, que regula los derechos de los pacientes y los deberes de los profesionales y da a estos últimos seguridad jurídica, fue presentado por el portavoz de Sanidad del PSOE en la cámara, José Manuel Freire, pero ha recibido aportaciones de todos los grupos.
La llamada ‘Ley de derechos y garantías de las personas en el proceso final de la vida’ clarifica aspectos como el derecho a rechazar un tratamiento aunque eso conlleve acortar la vida, el derecho a la sedación paliativa o el derecho a morir en casa.
El diputado promotor de la iniciativa, José Manuel Freire, la ha definido como una legislación “compasiva” y propia de un momento en el que la muerte ya no está "en el terreno de lo místico", pero tampoco exclusivamente en el científico-técnico, donde el paciente no tiene capacidad de decisión.
La Ley introduce la posibilidad de realizar el testamento vital y, en uno de los aspectos que han recibido críticas desde algunos ámbitos, no reconoce la objeción de conciencia de los médicos. Según el texto, “todos los profesionales sanitarios tienen la obligación de respetar las convicciones y creencias de los pacientes en el proceso final de su vida”.
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