Felipe García Calvo, subdirector de Enfermería del Área Sanitaria de Santiago de Compostela y Barbanza.
Crear laboratorios de gestión unificada es una de las innovaciones más necesarias y ello solo se puede hacerse a través de tres ejes: la armonización, la coordinación y la formación. Así se conseguirá prevenir errores en la fase preanalítica de estos espacios. Es lo que ha explicado Felipe García Calvo, subdirector de Enfermería del Área Sanitaria de Santiago de Compostela y Barbanza, durante el acto 'Organización Sanitaria Innovadora' de esta área, que ha coordinado SEDISA con la colaboración de Air Liquide Healthcare, Boehringer Ingelheim y Abbott.
García destaca el papel de la Medicina de Laboratorio a la hora de diagnosticar las patologías de los pacientes.
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"La Medicina de Laboratorio es multidisciplinar y su objetivo es aportar información biológica en el diagnóstico, el seguimiento y el pronóstico. Es fundamental para asesorar al médico", ha señalado García. Por ello, lograr su máxima eficacia y efectividad es uno de los objetivos de los profesionales.
El trabajo en el laboratorio ha evolucionado notablemente con el paso de los años. Por un lado, ha habido un gran avance tecnológico al hacer un mayor número de pruebas gracias a la llegada también de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICS), que sirven para "manejar muchos más datos y desarrollar pruebas diagnósticas más eficaces". García ha destacado el "gran volumen" que tiene esta área y cómo impacta en la relación coste-beneficio del sistema sanitario.
Por otro lado, ha habido cambios a la hora de detectar errores en sus diferentes fases. Según ha relatado el subdirector de Enfermería, anteriormente era en la fase analítica donde se encontraban los mayores problemas, pero ahora están en la fase preanalítica. Como ejemplos de fallos que se dan en estos casos ha mencionado: solicitud de pruebas inadecuadas, contaminación de las propias pruebas o recogidas simples. Por ello, ha señalado que están trabajando en acciones preventivas para implementar en ese primer momento.
Concretamente, el laboratorio del Hospital Clínico Universitario de Santiago se inauguró en 2014 y por él pasan 300.000 muestras al mes, siendo el 65 por ciento de ellas de análisis clínico. Su actividad se vió afectada de manera notable durante la pandemia de Covid-19: "La organización y la adaptación tuvieron que ser en tiempo récord para dar cobertura a las distintas necesidades de la crisis sanitaria. Tuvimos que reajustar circuitos, ayudar a interpretar las pruebas, etc", ha expuesto.
García marca la armonización, la coordinación y la formación de los profesionales como ejes clave para crear laboratorios de gestión unificada.
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Los retos ahora se centran en armonizar, coordinar y formar a los profesionales. En primer lugar, la armonización se traduce en estandarizar el proceso integral de exploración analítica, contar con un gestor integral y utilizar un sistema informático de laboratorio integral del Área de Medicina de Laboratorio.
A continuación, García ha resaltado la necesidad de coordinar a todos los actores. En este sentido, el centro emisor y receptor de muestras integral debe tener una comunicación fluida con el resto para adecuar las solicitudes y dar respuesta en el tiempo preciso. La automatización y la confluencia de sistemas juegan un importante papel ahí.
Por último, será necesario promover la participación de los proveedores, dar una formación continuada 'in situ' y externa y dar un impulso a la investigación e innovación, ha enumerado García.
La participación de los proveedores es fundamental para el máximo aprovechamiento de los laboratorios.
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