Redacción. Pontevedra
El consorcio europeo FaBiMed, liderado por el Centro Tecnológico Aimen, situado en O Porriño (Pontevedra), ha arrancado su andadura con su primera reunión de trabajo para abordar los primeros pasos en su trabajo de investigación de nuevas metodologías de fabricación de componentes médicos, con los objetivos de minimizar sus elevados costes de producción, mejorar su efectividad e incrementar su grado de accesibilidad para facultativos y pacientes.
Miembros del consorcio FaBiMed durante la reunión de trabajo celebrada en el Centro Tecnológico Aimen. |
Este proyecto, cofinanciado por la Comisión Europea bajo el Séptimo Programa Marco, y dentro de la iniciativa ‘Factories of the Future’, cuenta con la participación de una docena de socios europeos, entre los que se encuentra el Servizo Galego de Saúde (Sergas), que se encargará de validar los desarrollos realizados. El presupuesto total de FaBiMed, que tiene una duración total de 3 años, supera los 4 millones de euros, de los cuales más de 3 millones serán sufragados por la Comisión Europea.
Según han explicado fuentes del consorcio, el proyecto se centra en la elaboración de tres tipos de dispositivos que servirán de demostradores de las novedosas tecnologías de fabricación investigadas. Se trata de microagujas adaptables a diferentes tipos de piel para administrar medicamentos sin producir dolor en los pacientes, sistemas portátiles de diagnosis, mediante el análisis instantáneo de distintos indicadores a partir de una sola gota de sangre; y sensores de ultrasonidos introducidos por catéter miniaturizado, para poder reproducir imágenes de las venas del paciente (técnica IVUS). La previsión inicial es que en un plazo aproximado de cinco años estén en el mercado los productos fabricados con las tecnologías de fabricación FaBiMed.
Consorcio europeo integrado por 12 socios
El consorcio ha sido diseñado para reforzar la cooperación entre las pymes del sector de dispositivos médicos y los principales agentes de I+D+i. En él participan, bajo el liderazgo del Centro Tecnológico Aimen, tres pymes europeas dedicadas a la producción de dispositivos médicos (la irlandesa Crospon; la alemana Senslab y la inglesa AFM); dos especialistas en procesos de fabricación (la irlandesa Adama y la holandesa Promolding) y una centrada en el diseño de componentes ópticos personalizados (la española TDS). Asimismo, se apoyan en otros tres centros tecnológicos (Faunhofer, de Alemania; Recendt, de Austria, e Inegi, de Portugal); las Universidades de Aveiro y Oporto (Portugal), la Universidad de Birmingham (Inglaterra) y el Trinity College de Dublín (Irlanda). Por último, el Sergas, a través del servicio de Cardiología del Hospital Universitario de Santiago de Compostela, será la entidad encargada de validar los desarrollos realizados en el marco de esta iniciativa.