María José López, directora de Recursos Económicos del Área Sanitaria de Santiago de Compostela y Barbanza.
Reducir el consumo energético está a la orden del día debido a la escasez actual de recursos. Sin embargo, desde el Área de Sanitaria de Santiago de Compostela y Barbanza hace diez años que pusieron en marcha un proyecto de eficiencia energética con el que llegaron a reducir un 37 por ciento su consumo y ahora, el próximo objetivo es bajarlo de nuevo un 17 por ciento más. Lo ha contado María José López, directora de Recursos Económicos del área, en el acto 'Organización Sanitaria Innovadora' que ha coordinado SEDISA con la colaboración de Air Liquide Healthcare, Boehringer Ingelheim y Abbott.
Intervención de María José López en 'Organización Sanitaria Innovadora Área Sanitaria de Santiago de Compostela y Barbanza'.
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"Uno de los proyectos que ha revolucionado nuestra área es el 'Plan de
Reducción del Consumo Energético y Emisiones de CO2'. Queríamos reducir el consumo energético (gasóleo, electricidad y gas)
sin perder prestaciones de los pacientes y renovando también determinadas instalaciones del hospital", ha afirmado López.
Concretamente, ha especificado que los edificios incluidos en este plan son el
Hospital Clínico, el Médico Quirúrgico de Conxo, el Gil Casares y el Psiquiátrico de Conxo. En estos espacios, desde el 2012 al 2021, se mejoró la iluminación,
se sustituyeron calderas en algunos de ellos y las enfriadoras del Clínico. Por último, se instaló una cogeneración. En total, las inversiones en equipamiento fueron de
casi siete millones de euros.
"Según nuestras previsiones, si no hubiéramos llevado a cabo este plan, hubiéramos experimentado un
aumento de consumo del 11 por ciento", ha apuntado López.
Actualmente, el
nuevo expediente que está en marcha y que tiene como meta reducir todavía más el consumo energético lo hará a través de: la
mejora de la iluminación con equipos LED, la sustitución de calderas del Clínico, la
renovación de climatizadoras de gran tamaño, la instalación de motores más eficientes en climatización, la colocación de
paneles fotovoltaicos y la puesta en marcha de bombas de calor.
López ha explicado que los próximos pasos para lograr un mayor ahorro son colocar paneles fotovoltaicos e instalar motores más eficientes de climatación, entre otros.
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Ahorro energético en Atención Primaria
Por otro lado, la profesional ha señalado que los centros de Atención Primaria no están recogidos en este contrato de suministro prestacional. Por esta razón, en ellos se han realizado actuaciones como el cambio de luminarias convencionales por luminarias LED más eficientes; la sustitución de calderas por calderas de biomasa y la instalación de bombas de calor. De esta manera, se ha ahorrado un 17,2 por ciento en el consumo de energía eléctrica.
En esta misma línea, el Hospital de Barbanza también estaba fuera de este expediente. En él se ha realizado una actuación de "mucho impacto" en la reducción de emisiones de CO2, al sustituir el consumo de gasóleo por biomasa mediante la instalación de calderas de astillas en el año 2014.
Los resultados se pueden ver en las cifras de consumo. "Antes de dicha actuación en el edificio se consumían un promedio de 186.000 litros de gasóleo al año. Dado que la biomasa es neutra en emisiones de CO2, el ahorro de emisiones es de un 100 por cien, lo que equivale a una reducción de unas 500 toneladas de CO2 al año", ha expuesto.
"Si no hubiéramos llevado a cabo este plan, hubiéramos aumentado un 11 por ciento nuestro consumo energético", ha afirmado López.
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