Carlos Arjona, presidente del Colegio de Médicos de Cáceres.
Carlos Arjona, natural de Jaraíz de la Vera (Cáceres), revalidó el pasado mes de octubre por tercera vez su cargo como presidente del
Colegio de Médicos de Cáceres, al que accedió en 2008. Este licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Salamanca y especialista en Medicina Familiar y Comunitaria aboga por una triple unidad de acción entre Colegio de Médicos, sindicato profesional y sociedades científicas. Una de las principales demandas que Arjona traslada al Gobierno regional es que se acabe con los impedimentos para que los facultativos puedan prorrogar su edad de jubilación.
Acaba de ser reelegido como presidente del Colegio de Cáceres. ¿Cuáles son las prioridades de la Junta que usted preside para los próximos cuatro años?
El principal proyecto que tenemos para los próximos años se basa en abrir el Colegio a la sociedad. El colegio no es de los médicos. La sociedad también debe participar. Existen debates sobre el sistema sanitario y sobre los problemas de salud, y queremos que el Colegio sea el sitio de encuentro de asociaciones de pacientes y de asociaciones cívicas. De cualquier persona que esté interesado en debatir sobre el sistema de salud.
¿Eso implica también profundizar las relaciones con las sociedades científicas o con los sindicatos?
Las sociedades científicas ya están dentro del Colegio. Somos posiblemente de los pocos colegios que tienen una vocalía de Sociedades Científicas, que las representa y que busca que puedan realizar actividades en nuestra provincia. En estos momentos, muchas sociedades tienen ya su sede en el propio Colegio y utilizan las instalaciones para reunirse o para hacer cursos.
Carlos Arjona apuesta por "abrir" el Colegio de Médicos a los distintos actores sociales.
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¿Y con el Sindicato Médico? En algunas provincias los colegios van mano a mano con el sindicato en las reivindicaciones y en otras mantienen las distancias. ¿Van a transitar por ese camino o creen que cada uno tiene su terreno?
Yo creo que los Colegios tienen una función fundamental en la defensa del sistema sanitario, y los profesionales también necesitan a los colegios muchas veces para sus reivindicaciones. Por eso creo que la confluencia del Colegio con el sindicato en algunos asuntos es buena. Que las reivindicaciones sean conjuntas, en el marco del Foro de la Profesión. En Extremadura existe un foro de debate en Atención Primaria donde están presentes las cuatro sociedades científicas de AP, los dos colegios profesionales y el Sindicato Médico. Yo creo que la sanidad no es de nadie, ni de colegios, ni de sociedades científicas, ni de sindicatos. Es de todos, porque todos deseamos lo mismo: un buen sistema sanitario.
¿Cuáles diría que son los principales retos que tiene la sanidad en Extremadura?
La financiación del sistema sanitario en Extremadura es muy compleja. Extremadura gasta un porcentaje muy alto sobre el PIB en sanidad porque no es una comunidad con grandes medios económicos y al mismo tiempo tiene una población muy envejecida y dispersa. Hay zonas donde la población mayor de 65 años supera el 24 por ciento. Hay pueblos muy pequeñitos, pero a los cuales hay que ir a pasar consulta, especialmente en la provincia de Cáceres.
¿Qué nivel de sacrificio personal exige esta situación a los profesionales?
Supone muchos desplazamientos. Hay muchos médicos de AP que tienen que atender más de una población y que todas las mañanas tienen que coger su coche y desplazarse: hacer el recorrido por los centros de salud o por los consultorios rurales que le toquen ese día. Es un trabajo añadido que supone que cuando, en un momento dado, falta un profesional, haya problemas importantes de organización.
Extremadura es de las pocas comunidades autónomas que permite las prórrogas a la jubilación hasta los 67 años, pero la condiciona a las necesidades de servicio y se aprueban muy pocas. ¿Se debería abrir un poco la mano y permitir la prolongación de la edad de jubilación de manera general?
Realmente no se le ha permitido prácticamente a nadie la continuación. Todo el mundo está jubilándose a los 65. Una cosa es lo que se nos dijo y otra cosa es lo que se está produciendo en la realidad. A nosotros nos parece una medida desproporcionada. Para empezar, no existen suficientes profesionales. Estamos encontrándonos con que no hay relevo para algunos de los que han jubilado en el último mes.
Le hemos pedido ya al propio gerente del Servicio Extremeño de Salud, Ceciliano Franco, que reconsidere la jubilación a los 65. Se está usando un criterio puramente economicista. No se hace porque exista recambio o porque el profesional no esté capacitado desde el punto de vista físico o mental. Se nos argumenta que existen profesionales para cubrir esos puestos, pero la realidad es que no. En hospitales pequeños, como Coria o Navalmoral, nadie ha cubierto las vacantes de los jubilados. En teoría hay una lista de interinos para cubrirlas, pero en la práctica están ya todos trabajando en otros servicios de la región. Yo creo que se debe de dejar simplemente a la valoración de Salud Laboral. Si el médico está capacitado y él quiere voluntariamente seguir, debería poder seguir.
“Extremadura gasta un porcentaje muy alto sobre el PIB en sanidad porque tiene una población muy envejecida y dispersa”
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Cómo valoran la OPE de 2016, que se va a llevar a cabo, junto con las otras pendientes, a lo largo de 2017.
Nosotros hemos pedido la reposición del 100 por cien. Que un profesional tenga su plaza en propiedad es bueno para el profesional, pero mucho más para la población. No es normal que se estén cambiando a los profesionales cada ciertos meses, que un paciente llegue y se encuentre con que hoy tiene uno y mañana va a tener otro. Por otro lado, la estabilidad es lo que hace que el profesional se implique mucho más con su servicio. Si yo sé que voy a ir a un servicio de Neumología durante un contrato de tres meses y a los tres meses me van a mandar a otro hospital, no me implicaré lo mismo que si yo sé que ese es mi servicio donde voy a empezar a trabajar y donde puedo llegar a jubilarme.
Los hospitales de Cáceres han estado estos días en el foco informativo. ¿Acabará con los problemas el nuevo Hospital?
Está previsto que durante el 2017 se termine la primera fase del nuevo Hospital, el bloque quirúrgico. No acabamos de entender que se quiera abrir la primera fase sin tener terminada la segunda, porque eso supone tener dos hospitales. Dos hospitales, además, comunicados por una calle muy estrecha, con un tránsito muy difícil. Nuestra petición es que se acabe la segunda fase y que se abra el Hospital completo, para lo cual hemos pedido que la segunda fase esté en los presupuestos del 2017.
Le quería preguntar por la validación periódica de la colegiación, que entra en vigor el año que viene. ¿Qué papel va a desarrollar el Colegio de Cáceres en este proceso?
Nosotros iniciamos ya el proceso hace unos meses. En estos momentos cerca de 200 profesionales ya han realizado la validación en nuestro Colegio lo cual para nosotros es una satisfacción. El Colegio tiene ahí una función muy importante. Más tarde llegará la parte científica con las sociedades, pero en este momento que el Colegio pueda ser garante de que el médico, además de no estar sometido a un expediente, tiene una capacidad física y mental para trabajar, es fundamental.
En esa fase posterior, de formación continua, ¿Cuál es el papel que deben tener los Colegios?
Los Colegios ahí deben colaborar con las Sociedades Científicas. Eso está perfectamente delimitado: cada uno tiene sus funciones. Pero podemos facilitar mucho la labor de formación, registro y control. Hay que evitar que existan problemas de protagonismo, cada uno tiene su campo y puede trabajar en él.
¿Por qué disgustó a los colegios de Cáceres y Badajoz el nuevo protocolo de la Junta sobre la violencia machista?
Protestamos porque se presentó un nuevo protocolo sobre la detección de esa violencia en el ámbito sanitario y no entendimos que no se nos hubiera consultado. Nadie nos había dicho nada. No se puede decir, como dijo el consejero, que con el protocolo se trata de evitar el miedo del profesional a denunciar las agresiones. Cuando el profesional encuentra una agresión, siempre la denuncia. Si se está fallando es porque no se están detectando y si no se detectan es porque no tenemos tiempo en Atención Primaria. El protocolo está hecho sin el consenso de los profesionales. Se ha hecho desde un despacho con una serie de técnicos, pero no se ha hecho con el profesional de Atención Primaria que tiene que llevarlo a cabo.
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