Una república independiente catalana como vía a la 'sanidad del Bienestar'

El conseller de Salud, Antoni Comín, ha defendido modificar el sistema tributario para paliar las desigualdades sociales y garantizar el derecho a la salud en Catalunya: "La gran política de salud es la redistribución de la riqueza con impuestos y la transferencia de rentas a través de la red social".

Comín ha dado este jueves por la tarde una conferencia con el título 'El derecho a la salud y la desigualdad social', organizada por el Observatori de Bioètica i Dret (OBD)-Cátedra Unesco de Bioética de la Universitat de Barcelona (UB) en la Facultad de Derecho.

Según el conseller, hay desigualdades económicas y sociales que invalidan el derecho a la salud: "La auténtica política contra la desigualdad en salud en Catalunya y en cualquier sociedad es la construcción de un Estado del bienestar", ha destacado.

A su parecer, con una política fiscal más redistributiva y progresiva, a través de impuestos como el IRPF y el de sociedades, habría un nivel de igualdad más alto o similar a otros países europeos, lo que "automáticamente haría más efectivo el derecho a la salud de los catalanes", ha aseverado.

Comín ha manifestado que una "república catalana independiente" es el mejor de los caminos posibles para conseguir este Estado del bienestar, puesto que si no sirve para este fin, su principal razón de ser decae, en sus palabras.

"Hay 8 años de esperanza de vida de diferencia entre Sant Adrià del Besòs y Sant Cugat del Vallès", ha destacado en relación a las rentas de estos municipios, y ha añadido que es una pequeña ironía en estos momentos, en relación a la polémica sobre el Hospital General de Catalunya (HGC).

Determinantes sociales

Ha precisado que los determinantes del estado de salud de las personas son en un 30 por ciento factores genéticos; en un 21 por ciento conductas de salud; el 28 por ciento los factores socioeconómicos; un 7 por ciento el entorno físico, y el 14 por ciento la atención sanitaria, según un estudio de la Universidad de Wisconsin.

Ha concluido que los factores socioeconómicos pesan un 50 por ciento porque son los que están detrás de la estructura de clases que, a la vez, está detrás de los hábitos de salud y que vienen dadas, pero que se pueden modificar con la acción colectiva.

Entre las acciones para combatir las desigualdades en salud, ha destacado el trabajo para mejorar el tiempo de espera en los hospitales; la tramitación de la ley de acceso universal, y el nuevo sistema de financiación de los ambulatorios que "discriminará positivamente" a territorios con rentas bajas.