Segunda sesión del Pacte Nacional de Salut.
El documento de bases para
transformar el sistema de salud de Cataluña consta de trece retos y 67 acciones recomendadas. Uno de los desafíos que identifica este texto, enmarcado en el
Pacte Nacional de Salut, es el de
asegurar la sostenibilidad económica del sistema, a través de un
nuevo modelo de revisión farmacéutico y una contratación que
deje atrás la compra fragmentada.
En este sentido, las
aportaciones de 54 expertos en las diferentes materias que abastecen las
áreas de transformación del sistema de salud reflejan que es necesario asegurar la sostenibilidad económica del sistema de salud, con una
financiación adecuada y sostenida que revierta la infrafinanciación histórica que sufre.
También se menciona que hace
falta una asignación de recursos y una compra basada en las necesidades de la ciudadanía, una
evaluación centrada en los resultados de salud y una revisión de la cartera de servicios de acuerdo con la evidencia científica.
Acciones recomendadas para la sostenibilidad económica
Entre las acciones recomendadas para asegurar la sostenibilidad económica del sistema de salud se han descrito
seis de principales. La primera de ellas es garantizar los recursos públicos dedicados a la financiación del sistema de manera sostenida para
lograr progresivamente el nivel de gasto de otros países del entorno con sistemas similares.
En segundo lugar,
optimizar los recursos mediante la evaluación, destinándolos en aquellas intervenciones que más valor aporten en resultados de salud por medio de
instrumentos de planificación sólidos y criterios de priorización claros.
Otra de las acciones recomendadas es
introducir sistemas para revisar periódicamente las políticas de financiación de las prestaciones a través de dos iniciativas. La primera, dotar el sistema de un
mecanismo de revisión ágil, transparente, sistemático y sistémico con criterios de evidencia y participado por administración, profesionales y ciudadanía, mientras que la segunda consiste en
revisar las prestaciones reevaluando el coste-efectividad de las coberturas actuales y adaptándolas a las necesidades cambiantes de salud, teniendo en cuenta los condicionantes de las diferentes poblaciones en el territorio.
Por otra parte, se propone
implementar sistemas de compra basados en valor, con resultados en salud y costes, que garanticen la equidad territorial y relacionen la financiación con el rendimiento y la calidad del servicio, incluyendo la experiencia del paciente. Según queda reflejado en el documento, estos sistemas de compra deben
favorecer la atención integrada y coordinada con proveedores y niveles asistenciales y ser coherentes con una estrategia planificada de desarrollo de la red, tanto de servicios como de equipamientos.
Además, los expertos plantean
homogeneizar y mejorar los instrumentos de control y supervisión de la calidad de las prestaciones de servicios del sistema de utilización pública y evaluar el cumplimiento del contrato, de manera transparente, para facilitar la mejora por comparación. La última acción recomendada es la de
favorecer la incorporación de la innovación y la renovación tecnológica de forma ordenada y planificada y en las mejores condiciones en todo el sistema. Así, el objetivo es definir una estrategia de adquisición agregada, introduciendo elementos de riesgo compartido y de logros de resultados esperados.
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