Albert Tomás, presidente de Metges. |
Redacción. Barcelona
El sindicato Metges de Cataluña califica de "surrealista" de la decisión del Departamento de Salud de trasladar gran parte de la actividad de baja complejidad del Hospital Clínic, participado mayoritariamente por la Generalitat, en el Hospital Sagrado Corazón de Barcelona, controlado por la compañía IDC Salud (antigua Capio), uno de los pocos hospitales con ánimo de lucro de la Red Hospitalaria de Utilización Pública (XHUP).
En un comunicado, Metges critica la medida, incluida en los planes de Reordenación Asistencial y Territorial (RAT) que Salud “está aplicando con cuentagotas para redibujar el mapa sanitario catalán”, e indica que la consejería que dirige Boi Ruiz también prevé cerrar 74 camas (un 9 por ciento del total) del Clínic, recortar el equivalente a la mitad de una paga mensual a sus trabajadores y disminuir el presupuesto del centro en 17,5 millones de euros de aquí a finales de año, como consecuencia de la reducción del 4,6% de las tarifas que el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) paga por los servicios sanitarios concertados, todo ello basándose en informaciones del diario El País .
Metges lamenta que la deficiente dotación presupuestaria de los centros de salud públicos favorezca el sector privado y derive, básicamente, en una pérdida de puestos de trabajo y en una rebaja "significativa" de los sueldos de los profesionales.
Asimismo, el sindicato critica que el traslado de las intervenciones menos complicadas al Hospital Sagrado Corazón elevará el coste medio tanto de la estancia hospitalaria, como de la alta y de las operaciones quirúrgicas del Clínico, ya que incrementará el porcentaje de intervenciones complejas sobre el total,
lo que agravará en un futuro la tensión presupuestaria del centro, con la consiguiente necesidad de aplicar nuevos recortes. La organización insiste en pedir a Salud que aporte "información global" sobre la RAT en el ámbito de toda Cataluña para poder analizar el proyecto íntegramente y, además, reclama que posponga su aplicación, hasta que la Comisión para el Pacto Nacional de la Salud no acabe de redactar el documento de bases que debe garantizar la sostenibilidad, la calidad y la igualdad del sistema sanitario público catalán.