Guillem López-Casasnovas.
La sanidad catalana registra una
insuficiencia de la financiación del gasto público de 3.000 millones de euros en 2021. Es el 22 por ciento del gasto público registrado el mismo año, porcentaje en decrecimiento desde el 55 por ciento de 2014. Además, supone un
aumento en gasto privado del 13 por ciento del correspondiente gasto privado registrado en 2021, tendencia iniciada en 2017, según el estudio
'La insuficiencia financiera de la sanidad catalana revisitada. El gasto sanitario en el contexto de la comparativa de países avanzados', publicado por el
Centre de Recerca en Economia i Salut (CRES) de la Universitat Pompeu Fabra (UPF).
La cifra estimada se reduce en 2.000 millones de euros y, por tanto, un cierre de la brecha de financiación pública respecto a los casi
5.000 millones de euros del anterior trabajo referido al periodo 2003-2016
'La enfermedad de la sanidad catalana: Financiación i Gobernanza'. Según los autores del estudio, en parte, este recorte se debe a
la crisis del covid, que "supuso un incremento de recursos superior a la respuesta dada por los países comparados, y que parece se habría mantenido".
El foco principal del estudio se centra en los niveles de recursos sanitarios públicos y privados teniendo en cuenta dos factores clave en el empuje del crecimiento del gasto sanitario, como son el
nivel de PIB por cápita, como aproximación al desarrollo económico de una comunidad, y el
envejecimiento poblacional, dada la incidencia de la demografía sobre el gasto. El resultado de este análisis mostraba en el estudio antes mencionado que "la financiación de la sanidad catalana salía malparado con el que cualquiera podría esperar a la luz del que se observaba en la
mayoría de países de nuestro entorno".
Según los autores,
Guillem López-Casasnovas y
Roger Sabater Mezquita, esto sucede al mismo tiempo, además, que "una situación poco ventajosa en la
financiación autonómica de la sanidad en el contexto español, que en el mejor de los casos se situaba justo en el entorno del peso poblacional de Cataluña y
muy por debajo respecto del PIB", una situación que
se mantenía prácticamente "después de veinte años".
Otras conclusiones del estudio
Entre otras conclusiones, el estudio destaca como la convergencia en gasto público sanitario, al menos desde 2018, "se manifiesta, mientras que en gasto privado se ha más que convergido en los últimos años".
Los autores apuntan que tendrán que estar pendientes de cuál será la evolución de la brecha en los próximos periodos, que lo medirán a medida que se actualicen las bases de datos desde las cuales han extraído el fundamento de su análisis.
Estas actualizaciones permitirán saber si se confirma la tendencia a converger en gasto público, dados los incrementos recientes en presupuestos y en gasto ejecutado, o si es un
fenómeno coyuntural, a raíz de la experiencia covid. En cualquier caso, "podemos afirmar que la pandemia
ha empujado la brecha en gasto público a volver a niveles pre-Gran Recesión", afirman los autores.
Por último, López-Casasnovas y Sabater atribuyen que los resultados de la sanidad catalana sean aceptables a pesar de las insuficiencias a la
"valía de los profesionales", ya que los márgenes financieros discrecionales en que se puede mover la política sanitaria de la Generalitat de Cataluña "no dan para mucho más". En ese sentido, alertan que
la "infrafinanciación no es el único problema de la sanidad catalana, pero sí que es su pivote,
la madre de todos ellos, hecho que dificulta la exigencia de la solución".
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