Antoni Comín, consejero de Salud.
A la
Consejería de Salud se le acumulan los problemas con los servicios de ambulancias catalanas. Trabajadoras embarazadas de este sector han denunciado las “complicaciones” y, en algunas ocasiones, la “imposibilidad” de obtener una baja médica en los primeros meses de gestación. Desde
los sindicatos del transporte sanitario denuncian que el consejero
Antoni Comín no ha emitido ninguna respuesta.
Esta cuestión ha sido trasladada a la
Consejería de Salud y, de momento
, no se han pronunciado al respecto, según han destacado fuentes sindicales a
Redacción Médica. De este modo, siguen sumándose quejas de afectadas a las que las mutuas les niegan una
baja médica por embarazo al entender que no es de “
riesgo”.
Los
directivos de las distintas compañías de las ambulancias suelen
dirigir a estas trabajadoras a la mutua para obtener un parón en su actividad laboral mientras dure el embarazo, debido a que esta profesión está
considerada de "riesgo" para el feto y que, desde fuentes sindicales, aseguran que debe de seguirse la política de dar la baja desde que se conoce la noticia.
“
El conseller no nos hace caso”, denuncia el sindicalista del Sindi.cat
Fernando Miguelez que admite que llegan “bastantes” quejas de este tipo, así como casos de embarazos “
en peligro”. Una cuestión que, según asegura, trasladó personalmente al conjunto de grupos parlamentarios catalanes así como a la presidenta de la Comisión de Salud,
Alba Vergés.
Tanto las enfermeras como el personal técnico de las distintas compañías de los transportes sanitarios se exponen, durante el periodo de gestación, a
trabajos rutinarios que pueden suponer un “
sobreesfuerzo”. Además, la contradicción en la que entran directivos y mutua en esta cuestión genera “estrés” entre las embarazadas.
Asimismo, una de las
mujeres perjudicadas asegura que, por lo general, las mutuas no facilitan este trámite, más bien lo contrario, les obligan a presentar un “sinfín” de documentos, entre los que se encuentra una radiología cuya realización solo es posible a partir del cuarto mes de gestación, lo que les podría obligar a trabajar hasta entonces.
Ante la negativa, una de las afectadas explica que deben de recurrir a la
Seguridad Social donde se encuentran con varias dificultades, debido a que hay médicos que las remiten a que este trámite sea
gestionado por la compañía –mutua-.
Pedir la baja provoca "estrés"
“Tener que acudir a varios médicos para obtener la baja y tener varias negativas es frustrante y causa estrés. El jefe te obliga a cogerte la baja, pero la mutua no te la da”, explica una de las afectadas que asegura que esto puede derivar en “ausencias sin justificar”. “Yo lo único que quiero es cumplir con mi trabajo”, denuncia.
Además, estas directrices distintas provocan que las embarazadas deban de acudir a distintas citas médicas, presentar varios documentos y someterse a un seguimiento médico paralelo por parte de la Seguridad Social y otro de la mutua. Una situación que, llevada al extremo, puede “
provocar un aborto”, ha asegurado una de las embarazadas que, además, añade que esta "incoherencia" mella en el estado anímico.
Un nuevo frente que se suma a los que ya tiene la
Consejería de Salud con los profesionales del
Transporte Sanitario de Cataluña (TSC). Y es que, desde el pasado mes de agosto, el colectivo se encuentra
en huelga indefinida en Gerona debido a la falta de respuestas a sus reclamos, entre los que se encuentra la falta de "condiciones idóneas" en las ambulancias.
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