Lidera un proyecto europeo que puede cambiar el paradigma de la protección de la salud humana frente a la industria

Catedrática de Genética de la Universidad Autónoma de Barcelona, Alba Hernández Bonilla
La investigadora y docente, Alba Hernández Bonilla.


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Ser catedrático o catedrática en la cuarentena no es algo pionero ya en nuestros días, pero sí poco habitual. Además, en la rama de Genética se complica aún más poder acumular una trayectoria previa que permita acceder a este tipo de plazas universitarias, sumado a los siempre difíciles techos de cristal que encuentran las mujeres en sus carreras profesionales, en este caso docentes.

Sin embargo, la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) ha oficializado que tiene nueva catedrática de Genética. Se trata de Alba Hernández Bonilla, que lleva ya años encuadrada como profesora en el Departamento Genética y Microbiología de este centro.

Entre sus áreas de investigación está el estudio del potencial cancerígeno de los nanomateriales (NM). "En los últimos años se están introduciendo miles de productos con NM, tanto en la industria como en los productos de consumo diario, a pesar de la incerteza sobre los efectos que estos compuestos pueden tener sobre los trabajadores expuestos y los consumidores. Hay que enfrentarse a este nuevo escenario de exposiciones generando datos que ayuden a la evaluación del riesgo y con propósitos reguladores", advierte su perfil de la UAB.

Precisamente, hace un mes acaba de presentar resultados de un proyecto europeo que ha liderado, el 'PlasticHeal', y que forma parte del CUSP, clúster europeo de investigación para entender los impactos de los microplásticos y los nanoplásticos en la salud.

En su trabajo europeo, Hernández Bonilla y su equipo han descubierto evidencia acerca de diversos mecanismos de acción y posibles riesgos de los microplásticos y los nanoplásticos para la salud humana, tales como daños en el ADN, que afectan a la función mitocondrial y alteran mecanismos esenciales de comunicación celular. Esto puede derivar en inflamación crónica, alteraciones del sistema inmunitario y una mayor sensibilidad a otros contaminantes conocidos, como el arsénico o el tabaco.

Su equipo también ha identificado y comprobado que diversos tipos de microplásticos y los nanoplásticos tienen capacidad para atravesar la barrera intestinal, acceder al torrente sanguíneo y distribuirse por diferentes órganos y tejidos. 

Los estudios han comenzado a identificar grupos de población con mayor riesgo de exposición o susceptibilidad, como personas con enfermedades previas o determinadas condiciones ambientales. Esta línea de investigación continúa abierta para determinar el alcance real de este riesgo.

Alba Hernández Bonilla es integrante del Consorcio de Investigación Biomédica en Red sobre Epidemiologia y Salud Pública (Ciberesp). Hasta ahora era profesora UAB y ha venido desarrollando su labor de investigación en el Grup de Mutagènesi. 

Es doctora en Genética por la propia UAB, con la tesis 'Estudio del papel de distintos genes, incluido el AS3MT, en el metabolismo y la toxicidad del arsénico' (2008). Su trabajo fin de grado versó acerca del 'Papel de los polimorfismos genéticos GST y NAT2 en cáncer de tiroides' (2003).
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